El precio de heredar

• Hoy uno de cada diez españoles renuncia a su herencia. El número se ha triplicado en los últimos diez años. El impuesto de sucesiones y la falta de información están detrás de una realidad que no deja de crecer.
• Miles de ciudadanos se han unido por primera vez en distintos puntos de España para que no haya diferencias entre comunidades autónomas en el impuesto de sucesiones. Además, las herencias problemáticas o aquellas que no encuentran heredero son, cada vez más, un negocio al alza.
• Cazadores de herencias, abogados o genealogistas encuentran pisos vacíos, dinero en el banco, familiares con derechos legítimos y cobran suculentas recompensas a cambio.

Fabiola heredó de su marido una vivienda con tienda dentro, un solar y un campo de margaritas. No ha podido hacer frente al impuesto de sucesiones y tiene una deuda de medio millón de euros. Vive en Coria del Río, en una barriada situada a las afueras de Sevilla donde la gente se gana la vida vendiendo chatarra. Lo tiene todo embargado. Si renuncia a la herencia, se queda sin casa y sin el colmado. Si no paga la deuda, se enfrentará a un desahucio que le dejará, también, sin vivienda y sin sustento económico. Es solo uno de las decenas de casos que, cada semana, le llegan a Carmen.

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Abogada especialista en derecho tributario y miembro de la Plataforma Stop Impuesto de Sucesiones, tiene clientes que han vendido una casa o que se hipotecan para poder pagar el impuesto, o para quienes como Estrella recibir una herencia puede significar quedarse sin vivienda, sin trabajo y en la calle. Tiene que pagar 164.000 euros de impuestos para poder seguir viviendo en la casa en la que, paradójicamente, lleva viviendo toda la vida, pero que acaba de heredar de su suegra. Andalucía es la comunidad autónoma donde más renuncias se están produciendo. Es cien veces más caro que recibir una herencia en Madrid y mil veces más costoso que heredar en Canarias.

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Con 82 años se ha convertido en la imagen de la rebelión contra el fisco. No sólo es la más conocida de Pola de Siero, su pueblo asturiano, sino que es la bandera de la campaña que en toda España recoge firmas contra el impuesto de sucesiones. Ha sido vendedora, bordadora, camarera, empezó a trabajar con nueve años, tiene tres hijos y cuatro nietos. La herencia que recibió de su hermano y por la que pagó 80.000 euros en tributos le hizo echarse a la calle y protestar. Es imposible atravesar las calles de su pueblo con ella y no pararse cada dos minutos. Los vecinos la buscan, la gente confía en Clavelina. En el último mes ha recogido más de un millar de firmas para que el impuesto sea igual para todos.

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Pedro no tiene competencia, es abogado y dirige a un grupo de genealogistas y expertos en herencias. Compra a precio de saldo herencias problemáticas para venderlas y hacer negocio después. Ha visto cómo la dificultad para hacer frente a los gastos multiplica por tres el número de personas que dice no a un legado. Encuentra dinero en el banco, familiares con derechos legítimos y cobran suculentas recompensas a cambio.

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‘El precio de heredar’, este martes, en Comando Actualidad.