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Nati 'La Sargento De Hierro'

  • Nati “La Sargento De Hierro” , protagonizada por Chiqui Fernández
  • Ha cojido el dinero de la prejubilación de su marido para comprar un local y montar su propia peluquería
  • 50 años

Por
Nati ¿La Sargento De Hierro¿ , protagonizada por Chiqui Fernández
Nati ¿La Sargento De Hierro¿ , protagonizada por Chiqui Fernández

Mujer de barrio hecha a sí misma. Lleva trabajando de peluquera desde los 19 años. Sin consultárselo a Pepe, ha usado el dinero de la prejubilación para montar su propia peluquería, y ante las quejas de su marido, ella dice que lo ha hecho porque Pepe siempre se ha quejado de ser un don nadie y quería ser su propio jefe.

Conoce a Marga desde que eran niñas, pero ahora que se ha convertido en la jefa, su relación está más tensa que la cara de Nicole Kidman. Eso sí, Nati insiste una y otra vez en que su relación laboral es de igual a igual y que eso no va a afectar a su relación personal. Aunque obviamente lo primero es mentira, y lo segundo también. Desde que está de jefa ha cambiado tanto que nadie la reconoce. Tiene la suerte de que Marga es como es, porque otra la hubiese mandado a paseo el primer día de trabajo.

Virtudes:

Trabajadora, temperamental e impulsiva.

Defecto:

Tiene la costumbre de decir lo que piensa sin tapujos, tanto que a veces duele. Y se le ha subido a la cabeza lo de ser jefa de su propia peluquería. Se ha convertido en una versión femenina y de andar por casa de Napoleón, una mandona que campa a sus anchas por sus dominios dando órdenes. Ella se considera la jefa ideal porque no tiene problemas con ninguno de sus trabajadores, siempre que hagan lo que ella dice.

Desorganizada y derrochadora, va iniciando fuegos por la peluquería que Pepe y Marga tienen que ir apagando.

Si hubiese un incendio en La Pelu:

Esperaría la llegada de los bomberos, preguntaría cuando llegaran quién está al cargo, y le diría que puede irse a casa, que a partir de ahí manda ella.

Relación con otros personajes:

Con su marido mantiene una lucha constante sobre cómo llevar el negocio. A Nati el dinero le quema en las manos, y no se lo piensa a la hora de comprar productos caros y de calidad para la peluquería. Pepe, por su parte, trata de cambiar esos pedidos, y si no puede, de racionarlos como si viviera una postguerra. Se quieren, de eso no hay duda, pero “La Pelu” va a poner a prueba su relación. Hasta ese momento cada uno tenía su vida y se veían solo por la noche, pero ahora todo va a cambiar.

Nati la mantiene como empleada más por amistad que por otra cosa. Además, debido a que su nueva relación laboral, no paran de surgir roces entre ellas.

Con Paloma siente cierta contradicción. Por un lado, cree que todavía le queda mucho por aprender y no se fiaría a dejar que le cortara el pelo a una clienta, pero por el otro, no puede evitar ver en ella a una joven Nati llena de potencial. Eso sí, cada vez que siente la debilidad de acercarse a ella emocionalmente, acto seguido la pone en su sitio con una bordería.

Andrés es su ojito derecho. No cree que sea tonto, cree que es especial. No cree que sea un descerebrado, cree que es valiente. Y da igual lo que Andrés estudie o haga, que a su madre siempre le va a parecer bien, ya sea tocar el violín, estudiar fontanería o dirección de cine. Mientras los demás ven en Andrés un joven perdido, ella ve a un chico versátil.

Para Nati, Roco es un mal necesario. Lo ha contratado porque es importante ampliar el abanico de clientes de “La Pelu”. Es el que se encarga de cortar el pelo a los hombres. Y por mucho currículum que tenga,  Nati no se siente amenazada por él profesionalmente. Sabe que al final del día, la que cierra la peluquería y se lleva las ganancias a casa es ella, no Roco.