Amelia, la musa de Francisco de Goya
El Ángel Exterminador, una sociedad secreta defensora de la Inquisición, ataca a Francisco de Goya en su estudio y raja el lienzo de 'La maja desnuda'. El pintor no quiere volver a pintarlo, está desencantado con la España que le rodea. Allí donde otros ven normalidad, él vislumbra "monstruos, brujas y demonios".
Amelia le pide que lo haga por los huérfanos que tiene retenidos Godoy. Su discurso enamora al maestro. "Si tuviera veinte años menos estaría perdidamente enamorado de usted".
Angustias y Velázquez, todo por la "La maja" de Goya
Velázquez está frustrado. Se ve incapaz de copiar el cuadro "La maja desnuda" porque desconoce lo que sintió Goya al pintarlo. Angustias decide ir a visitarle para ver cómo lo lleva.
"Los genios y los que no lo son tienen algo en común: sienten y se enamoran". Este es el consejo que le da Angustias cuando el sevillano dice que no puede hacer la misma obra que ese gran genio. Al final, ambos terminan hablando de amor. Velázquez recuerda cómo le dolió aquel viaje a Italia. Y, de nuevo, ella sabe cómo rebatirle: "el amor duele pero duele más olvidarlo".
Velázquez viaja en el tiempo para conocer a Goya
Velázquez viaja hasta 1799 para conocer a Goya. El sevillano está dispuesto a hacer lo que sea necesario para poder pintar el lienzo que le ha encargado Salvador. ¿Cuál es su motivación a la hora de pintar a una mujer desnuda? ¿Cómo conecta con ella?
"Solo se puede pintar a una mujer que te obsesione, que te tenga vencido y a su merced. No basta con quererla, tiene que haberte robado el alma". Una bonita forma de entender el arte, Goya. Lástima que Velázquez se pierda los piropos de su admirador por entrometerse en la misión de Alonso y Pacino.