Palomo Spain: "Ha sido un gustazo, un regalo de la vida"
- Alejandro Gómez Palomo es el más joven de los miembros del jurado
- En poco tiempo se ha convertido en la sensación de la moda española
- Estrellas como Beyoncé y Rita Ora lleva sus creaciones
- Este año ha abierto la Semana de la Moda Masculina de París
Cuenta Alejandro Gómez Palomo, director creativo de Palomo Spain, que se lo pensó mucho por miedo a la exposición pero no se arrepiente en absoluto de haber aceptado ser uno de los tres miembros del jurado de Maestros de la costura. "Ha sido maravilloso pero he de decir que empecé sin tener una idea clara de dónde me metía pero ha sido una experiencia inspiradora y muy enriquecedora. Hemos tenido un subidón enorme, estamos felices, de verdad, ¡ha sido superbonito!
Como miembro del jurado se define como "serio cuando tengo que ser serio y gracioso cuando tengo que ser gracioso", y no tarda en hablar de sus compañeros, María Escoté y Lorenzo Caprile, con los que conectó desde que se vieron por primera vez en la sala de maquillaje. "Fue una conexión absoluta y trabajar con ellos ha sido un recorrido divino. No retroalimentamos muy bien, nos compenetramos muy bien y aprendemos los unos de los otros. ¡Ha sido un gustazo, un regalo de la vida!
Otro regalo ha sido conocer a los participantes. Un grupo en el que hay mucho talento. "Ya quisiéramos la mayoría de nosotros tener a gente así cosiendo en el taller", dice. "Les ponemos tanta presión que al final te sacan un vestido de noche en hora y media, y dices ¡cómo cojones han hecho esto!. Sí, hay mucho talento y es muy bonito".
Igual que María Escoté, el modisto ha tenido que desdoblarse en estos meses para ser jurado de Maestros de la costura, hace la colección de otoño de 2018 y preparar dos desfiles, uno en París y otro en Madrid. Y todo ha salido perfecto. " Es lo de que más orgulloso me siento. Creo que la colección es la mejor hasta el momento y creo que hay un equilibrio hermoso. Y todo lo he hecho en los trenes mientras viajaba de Córdoba a Madrid. El taller ha tenido que aprender a trabajar de forma distinta, sin mí. Antes, todas las decisiones las tomaba yo, cada costura, cada pespunte, cada detalle, y de repente yo no estaba. Ha sido muy bonito ver cómo hemos aprendido todos a trabajar de esa forma y cómo ha salido esa colección tan maravillosa".
Es rompedor, arriesgado, osado y sincero. En muy poco tiempo se ha hecho un hueco en la escena de la moda nacional e internacional. Es consciente del interés que despierta y quiere manejar con inteligencia la fama para no pagar un precio alto por ella. "Me pensé mucho si hacer el preograma o no por miedo a la sobreexposición. Acabo de empezar, como el que dice, y ahora parece que todo se agolpa en torno aquí y no quiero parecer un pesado".
Desea seguir con la vida que lleva hasta ahora, sobre todo en su pueblo, Posadas (Córdoba). Su marca tiene una gran proyección pero todavía puede pasear sin que le siga una legión de fans. "Siempre he quiero que la marca Palomo Spain fuese famosa pero sin necesidad de que la gente sepa quién soy yo. Ahora mucha gente conoce la marca pero muchos de ellos no me conocen físicamente. Voy a intentar hacer mi vida normal, la de toda la vida, no me planteo hacer una vida distinta".
Su firma no conoce límites y tan pronto propone una camisa o un pantalón fáciles de llevar como un top transparente de aire lencero o un vestido de volantes, o incluso un vestido que podría llevar una novia. Su moda, su estilo y su público no se pueden etiquetar, como muchos jóvenes de su generación. Por eso conecta tan bien con ellos, especialmente con aquellos que no se identifican con las etiquetas, jóvenes a los que palabras como ambiguo, unisex, agender o genderless se les quedan cortas. Lo mismo le ocurre a sus propuestas.
“Muchos chicos me dan las gracias porque lo que hago les hace soñar y me dicen que soy un soplo de aire fresco en la moda”, dijo en una entrevista para RTVE.
Lo que resulta curioso es que sus ‘prendas para hombre’ seduzcan a estrellas como Beyoncé, Lady Gaga, Miley Cyrus o Rita Ora. Beyoncé presentó a sus hijos en una red social con una bata de Palomo que podría haber llevado Lola Flores, la diva compró ochos looks del diseñador y quizá pronto le dé otra sorpresa. Como la que le dieron sus amigos cuando vieron a Miley Cyrus con uno de sus vestidos en el videoclip de la canción Malibú.
Otro pelotazo fue la aparición de Rita Ora en los MTV Europe Awards en albornoz y joyas valoradas en siete millones de euros. La cantante llevó las dos versiones del albornoz blanco que Alejandro sacó en su último desfile, con la colección 'Hotel Palomo', en el que mezcló piezas y vestuario típicos de un hotel (vestidos hechos con una sábana, el uniforme del botones…) con los diseños de su propuesta para la primavera y el verano de 2018. Uno de sus trabajos más especiales.
Tiene a la prensa enamorada, a las estrellas a sus pies y cuenta con la bendición de Pedro Almodóvar que, quizá, ve en este cordobés de 25 años una reencarnación del espíritu de la Movida Madrileña. El modisto disfruta de este momento dulce pero tiene claro lo que quiere y cómo conseguirlo.
“Primero quiero posicionar la marca y hacer la empresa. Hemos crecido de forma tremenda en la cadena de producción. Vendemos en Estados Unidos, Japón, China, Australia, Reino Unido y Francia. No tengo miedo a ser flor de un día, ni me lo planteo, este es el inicio de mi carrera y mi deseo es seguir más y más”.
El pequeño Alejandro creció en el bar que sus padres tenían, La Belica, y desde muy joven hacía ropa o disfraces para las vecinas.Tras terminar los estudios apostó por la moda, se formó en Londres y se graduó en el London College of Fashion donde ya logró llamar la atención de la industria de la moda.
En febrero de 2016 hizo su primer desfile en Madrid para presentar la colección 'Orlando', una sincera declaración de intenciones con la que ya dio que hablar y con la que comenzó a coleccionar incondicionales. Después vinieron 'Boys walks in a exotic Fores't, 'Objeto sexual' (que presentó en Nueva York) y '¡Palomo, por favor!', que mostró en París envuelto en una amarga polémica que le costó un disgusto.
La Caza es por ahora su última colección y la ha presentado en el Teatro Real de Madrid dentro del calendario de Madrid Fashion Week. "Es un sueño", decía antes del desfile que ha tenido tanto éxito como el anterior, con el que mostró la colección 'Hotel Palomo', para el que contó con modelos como Rossy de Palma y Samantha Vállejo-Nájera, jurado de MasterChef. “Estoy maravillado,¡no tengo palabras!”, decía Pedro Almodóvar.
“No intento pararme a digerir todo lo que me pasa, las cosas salen así porque lo que hago está funcionado. Mi meta es ambiciosa, quiero ser un diseñador conocido mundialmente e inspirar a las generaciones que vengan después y dejar huella”, dice este modisto que creció fascinado con las geniales creaciones de John Galliano y Christian Lacroix, dos locos geniales a los que admira tanto como a Karl Lagerfeld, Nicolas Guesquière y Balenciaga.