'Mediterráneo' es la mejor canción jamás cantada
- La canción, interpretada por Alba Reche, se ha impuesto con un 55% de los votos
- ‘Ave María’ y ‘La flaca’ entre las finalistas
- Así ha transcurrido la Gala Final de ‘La mejor canción jamás cantada’
Esta última gala de La mejor canción jamás cantada nos ha hecho rememorar los grandes éxitos de los años 50, 60, 70, 80, 90, 00 y 10. En dos meses, hemos viajado por las distintas décadas de la historia de nuestro país y hemos recordado y profundizado en los avances tecnológicos, la televisión que existía entonces, y los sucesos con mayor repercusión en el mundo. Además, de la mano del divulgador y youtube Jaime Altozano, hemos conocido los cambios que ha experimentado la música en España con el paso de los años. Hoy, la canción de autor se ha impuesto al resto de géneros y no es de extrañar que la canción merecedora de ser La mejor canción jamás cantada de todos los tiempos haya sido "Mediterráneo" de Joan Manuel Serrat, interpretada por Alba Reche. “Es poesía hecha melodía”, ha explicado su intérprete de esta noche.
Versiones espectaculares
El encargado de dar inicio a esta fantástica gala ha sido Falete. El cantante de copla y flamenco, que tanto nos hizo disfrutar con su versión de “Un velero llamado libertad” de José Luis Perales en la primera gala dedicada a los 80, ha hecho una versión increíble de “Ay pena, penita, pena” de Lola Flores.
Le ha seguido Melody con su versión de “Yo soy aquel”. “¡Me has puesto la piel de gallina!”, ha exclamado Tony Aguilar. La sevillana, que ya salió victoriosa en la década de los 50 con “Ay pena, penita, pena”, ha sido la encargada de interpretar uno de los temas más emblemáticos de Raphael, aquel con el que alcanzó el séptimo puesto en el Festival de Eurovisión de 1966.
La siguiente ha sido Alba Reche. La finalista de Operación Triunfo 2018 ya debutó en la gala de los 90 con su actuación de “La flaca” de Jarabe de Palo pero hoy, con “Mediterráneo” de Joan Manuel Serrat, ha vuelto a superarse.
Andrés Suárez ha cogido el relevo. Andrés ya sorprendió en la gala de los 70 interpretando “Mediterráneo” de Joan Manuel Serrat. Esta noche, el cantautor gallego ha emocionado a los miembros del jurado con su versión de “La chica de ayer” de Nacha Pop. Acompañado del bajista que acompañó al mismo Antonio Vega, Luismi Baladrón, el artista ha dedicado su actuación a la familia de Antonio.
La siguiente en subir al escenario ha sido Marta Sango. Después de sorprender al mundo con su versión gospel de “Ave María”, Marta Sango ha impresionado al público con su versión electrónica de “La flaca” de Jarabe de Palo. ¡Cuánto flow ha desprendido!
Después, ha llegado el turno de Agoney. El tinerfeño, que ya impresionó al público con sus actuaciones en “Superstition” y “Quédate conmigo” de las galas 6 y 7, parece no tener límites. Hoy ha sorprendido con una versión al estilo big band de la canción “Ave María” de David Bisbal.
Turno de Gerónimo Rauch. El argentino ya mostró su gran potencial interpretando “Yo soy aquel” de Raphael en la gala dedicada a los 60. Él confesó sentirse realmente cómodo con la música de esa década, pero esta noche ha demostrado que ninguna de ellas se le resiste. Gerónimo nos ha regalado una versión espléndida y muy emotiva de “Quédate conmigo” de Pastora Soler.
La gala, además, ha estado llena de sorpresas. Esta noche hemos podido disfrutar de nuevo de Las Supremas de Móstoles, que nos han deleitado con un maravilloso Medley de los años 50, 60 y 70.
Quien ha regresado también a plató para rendir homenaje a las décadas 80 y 90 ha sido Nerea Rodríguez, nuestra voz Disney, que ya participó en la década de los 60 junto a Raúl.
Y quién tampoco ha dudado en sumarse a esta magnífica fiesta ha sido Ricky Merino que nos ha regalado un Medley de los años 00 y 10.
Aquí acaba el viaje musical de nuestras vidas. En La mejor canción jamás cantada pasamos de la copla a la balada romántica, de la música de cantautor al pop-rock español, del pop latino al trap fusionado con flamenco, y todo ello, en poco más de medio siglo. Gracias a vosotros por acompañarnos en el camino, y gracias a la música por darnos tanto.