¿Por qué el fotoperiodista Gervasio Sánchez es imprescindible?

• El fotoperiodista lleva más de tres décadas recorriendo países en conflicto con su cámara fotográfica
• Gervasio Sánchez enseña la vida de los que conviven con las secuelas de la guerra
• Imprescindibles emite este documental el domingo 19 de enero por La 2 a las 21.30h

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Gervasio Sánchez lleva tres décadas recorriendo los países en conflicto acompañado de su cámara fotográfica documentando el dolor de las víctimas.

“Lleva tres décadas recorriendo los países en conflicto acompañado de su cámara fotográfica“

Es un periodista que se ha mantenido independiente para poder denunciar en cualquier foro la implicación política y económica que los estados tienen en las guerras.

A través de sus fotografías nos ha mostrado cómo son los rostros de las víctimas, cuáles son sus nombres y apellidos, qué vida llevan cuando tienen que convivir con las secuelas de la guerra.

¿Qué historia se esconde detrás de una fotografía?

En guerra desde 1984

Su recorrido profesional arranca en 1984 y cubre la mayor parte de los conflictos armados, la guerra del golfo, Balcanes, África, Asia y América Latina. De la cobertura de la guerra de los Balcanes y del cerco de Sarajevo nace su primer libro en 1994 “El cerco de Sarajevo” donde muestra la difícil vida de los civiles en la capital sitiada.

“En su primer libro “El cerco de Sarajevo” muestra la difícil vida de los civiles en la capital sitiada“

En octubre de 1995 decide poner en marcha uno de sus proyectos documentales más emblemáticos “Vidas minadas”, fotografías que muestran el efecto de las minas anti persona sobre la población civil, en los países más minados del mundo. Lo más sorprendente de este trabajo es que Gervasio ha seguido documentando las vidas de estas mismas víctimas durante casi veinte años.

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Expresión del dolor de las víctimas

Siempre ha comentado que la fotografía documental es el pariente pobre de la fotografía, pero cuando vemos su trabajo foto periodístico en “Desaparecidos” (1998- 2010), fotografías que denuncian la desaparición en diez países del mundo, nos damos cuenta del trabajo de síntesis que ha tenido que hacer para contar la historia de una persona que no está, para expresar el dolor que la ausencia provoca en un familiar.

“No se olvida denunciar las enormes ganancias económicas que tienen los estados con la venta de armas a los países en conflicto“

Ha recibido numerosos galardones: mejor periodista en la cobertura de la guerra de los Balcanes, premio Cirilo Rodríguez, premio Ortega y Gasset, premio Nacional de fotografía…Y en sus discursos de agradecimiento no se olvida denunciar las enormes ganancias económicas que tienen los estados con la venta de armas a los países en conflicto.

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Numerosos libros publicados

Autor de varios libros fotográficos: “El Cerco de Sarajevo” (1995), “Vidas Minadas” (1997), “Kosovo” (1999), “Niños de la guerra” (2000), “La Caravana de la Muerte. Las víctimas de Pinochet” (2002).

Coordinó junto a Manuel Leguineche el libro “Los ojos de la guerra” (Homenaje de Miguel Gil, 2000), “Vidas Minadas cinco años después” (2001)

En noviembre de 2004 publicó el libro “Salvar a los niños soldados”, la historia del misionero Chema Caballero en Sierra Leona, director de un programa de rehabilitación de niños soldados.

“Casi tan asombrosa como la capacidad humana para hacer daño, es la capacidad humana para no verlo“

En 2012 se presentó en Madrid su exposición “Antología” un recorrido por toda su obra de los últimos veinticinco años. Viendo sus fotografías podemos estar de acuerdo con la frase que escribió Antonio Muñoz Molina en el prólogo del libro “Casi tan asombrosa como la capacidad humana para hacer daño, es la capacidad humana para no verlo”

Lleva trabajando como corresponsal para el Heraldo de Aragón más de veinte años. Colabora con la Cadena Ser, el magazine de la Vanguardia, la revista Tiempo.

Su periodismo ha reflejado la fragilidad, indefensión y brutalidad a las que son expuestas las víctimas de cualquier conflicto bélico.

Gervasio Sánchez es un imprescindible no ya el periodismo o de la cultura, sino de la humanidad.