Los momentos más virales de Ruiz-Mateos
- José María Ruiz-Mateos protagonizó momentos que ahora habrían corrido como la pólvora por las redes sociales
- ¿Cuáles habrían sido sus acciones más virales? Seleccionamos las más destacadas
- Disfruta en RTVE Play de la serie documental Ruiz-Mateos: el primer fenómeno viral
Cuando el empresario José María Ruiz-Mateos agredió al exministro Miguel Boyer o apareció en los juzgados vestido de Superman no existían las redes sociales, ni siquiera la prensa digital. Si esos esperpénticos momentos vividos en las décadas de los 80 y los 90 hubieran sucedido en la actualidad, las redes habrían ardido, una expresión ya muy trillada que habría adquirido un nuevo significado con el fundador de Rumasa. Sus locas acciones habrían copado las tendencias de Twitter y la cantidad de memes habría sido innumerable. Quién sabe si el gaditano se habría convertido en uno de los reyes de TikTok con algunas de sus frases y expresiones como “¡que te pego, leche!” o “¡peleemos como machos!”.
¿Qué momentos protagonizados por el empresario serían carne de viral actualmente? En la serie documental original de RTVE Play Ruiz-Mateos: el primer fenómeno viral, imaginamos con expertos como Josep M. Ganyet, profesor de Nuevos Medios de Comunicación Audiovisual, o el youtuber Wismichu, entre otros, cómo habría sido el 'fenómeno Ruiz-Mateos' en las redes sociales.
A continuación recopilamos algunos de los momentos del gaditano que más repercusión habrían tenido:
“¡Que te pego, leche!”
Es la frase por la que muchas personas le recuerdan. José María Ruiz-Mateos quería demostrar su enfado con el gobierno de Felipe González por la expropiación de su holding, Rumasa, y el 3 de mayo de 1989 se atrevió a agredir al ya por entonces exministro de Economía y Hacienda Miguel Boyer. El empresario aprovechó que iban a encontrarse en los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid por una querella por injurias que había interpuesto contra Boyer, para asediarle junto a sus colaboradores y agredirle.
El gaditano lo intentó tres veces: con el primer manotazo consiguió tirarle las gafas al suelo, pero fue el segundo golpe el que todo el mundo recuerda, ya que levantó el brazo, cerró el puño curvando la muñeca hacia abajo y gritó “¡que te pego, leche!”. Volvió a lanzarse a por el presidente de Cartera Central una última vez, pero este último ataque pasó bastante desapercibido. Estaba claro: el hit aquel día era Ruiz-Mateos poniendo el puño como una cobra cuando ataca y gritando la frase con todo ese rencor que le invadía.
Superman en la puerta de los juzgados
El 22 de mayo de 1992, también en los juzgados de Plaza de Castilla, Ruiz-Mateos volvió a dar el espectáculo. Aquel día no era el empresario quien estaba citado a declarar por alguna de sus múltiples causas judiciales. Los citados eran Mariano Rubio, subgobernador del Banco de España durante la expropiación de Rumasa y buen amigo de Boyer, y Manuel de la Concha, exsíndico presidente de la Bolsa de Madrid, por su implicación en el caso Ibercorp. Ruiz-Mateos aprovechó la coyuntura para, una vez más, denunciar la expropiación de Rumasa, pero esta vez, disfrazado de Superman.
“Superman es justiciero, y como aquí la justicia no existe, he llamado por teléfono a América, a mi amigo Clark Kent, y le he dicho ‘hombre, ayúdame’, y me ha mandado esto, a ver si les impongo respeto y les hago reaccionar. Alguna cosa habrá que hacer”, dijo en la puerta de los juzgados, ante todos los periodistas y varios curiosos que se animaron a aplaudirle.
Todavía aprovechando el tirón de la agresión a Boyer, el gaditano fusionó al hombre de acero y su reconocible manera de volar con su famoso puñetazo: “¡Boyer, que te pego, leche!”, gritó, provocando las risas de los presentes. “Es un mariconazo”, añadió.
El hombre de los mil disfraces
El de Superman no era el único disfraz que Ruiz-Mateos guardaba en su armario. También fue muy sonado el día que acudió a la Audiencia Nacional vestido con un traje de chaqueta a medida, al estilo de un presidiario, con rayas blancas y negras, y un pequeño letrero en el pecho donde se podía leer ‘Boyer’. Era el 10 de febrero de 1997 y comenzaba el juicio contra el empresario por delitos de falsedad cometidos cuando dirigía Rumasa: el fiscal pedía doce años de cárcel. Lejos de presentarse compungido, el gaditano lució su disfraz mientras era llevado a hombros desde la plaza de Colón, donde estuvo en su día la sede de su emporio, hasta el tribunal. Le acompañaban cientos de partidarios que coreaban consignas contra Felipe González, Miguel Boyer y José María Aznar.
El juicio del caso Ibercorp contó con los espectáculos del ‘Mortadelo de los juzgados’ en muchas ocasiones. El día que Miguel Boyer y su mujer Isabel Preysler acudieron a declarar, el empresario se presentó en el Paseo de la Castellana vestido de luto, con un coche fúnebre y un féretro del que colgaba un cartel en el que ponía ‘Boyer’. Anunció a la prensa que dentro iban los restos de la beautiful people. En otra jornada del juicio, cuando fueron a declarar Mariano Rubio y su esposa, Carmen Posadas, el gaditano eligió una temática mucho más festiva y se presentaron vestidos de chulapos él y algunos miembros de su familia.
Otra de las fuentes inagotables de memes del gaditano habrían sido las imágenes del día que decidió cargar una enorme cruz de penitente sobre su hombro en la puerta de su casa, situada en el madrileño barrio de Somosaguas. Era el 1 de abril de 1996 y esperaba la llegada de la policía, que tenía una orden de detención contra él. Intentó llevarse la cruz en el coche de los agentes, pero era demasiado grande y no consiguió introducirla en el vehículo.
En Ruiz-Mateos: el primer fenómeno viral, podemos ver al empresario de la abeja enseñando orgulloso algunos de sus disfraces, como el mítico de Superman o uno de preso: “Por ejemplo, este es de preso, que lo he utilizado en multitud de ocasiones, y las que me quedan todavía, no lo sé. La tengo reservada para Miguel Boyer (señalando la bola de presidiario), pero como yo no soy tan mala persona como él, no le deseo la cárcel”, explica mientras vuelve a guardar el disfraz.
El gaditano entró en “esa locura que es como una droga; todos los días necesitas hacer algo diferente”, según afirma la periodista Rosa Villacastín en el tercer capítulo de la serie documental de Play. Y debió de ser cierto, porque basta hacer una breve búsqueda en los archivos de la prensa para darse cuenta de que los disfraces y las performances fueron de todo menos anecdóticas. Así, también podemos verle en imágenes disfrazado de Matusalén -frente a la Audiencia Nacional, en el acto de apertura del año judicial en 1993-, de domador, pirata, juez, espadachín, acompañado de dos vacas “suizas” cargadas de dólares, o con unos mariachis, entre otros espectáculos.
La fuga de la Audiencia Nacional
Aunque José María Ruiz-Mateos se disfrazó en numerosas ocasiones, nadie se esperaba que fuera capaz de hacerlo para fugarse de la Audiencia Nacional. Fue el primer caso que se dio en el tribunal, precisamente durante una jornada en la que también estaban citados a declarar unos presos de ETA, el 27 de octubre de 1988. “Era el edificio más vigilado de España”, cuenta en el documental el ideólogo de la ‘guerrilla’ -acciones que realizaba Ruiz-Mateos para protestar por la expropiación-, Javier Sáinz Moreno, lleno de orgullo, y cuya participación en la huida no se pudo probar.
El roteño, que había sido trasladado desde la cárcel de Alcalá-Meco para prestar declaración ante el juez Carlos Dívar Blanco, se puso una peluca, unas gafas de sol y una gabardina y, aprovechando un descuido de los policías encargados de su custodia, salió por la puerta principal de la Audiencia. Huyó en una moto con su hijo Alfonso, Paseo de la Castellana arriba, mientras iba enseñando su característica señal de la victoria a los conductores de los demás vehículos.
La jugada le salió cara al jefe de seguridad del edificio, Ramón Rufino Lillo de Sosa, quien fue relevado de su cargo por el director general de la Policía, José María Rodríguez Colorado. El empresario fue detenido unos días más tarde, el 13 de noviembre, en la localidad de La Antilla (Huelva).
Un atentado fake
En el año 1993, cuando una furgoneta de Ruiz-Mateos fue tiroteada con una escopeta de caza en Pozuelo de Alarcón (Madrid), uno de los debates que habría existido en las redes habría sido el de si realmente alguien había intentado atentar contra el empresario o si era otra de sus llamadas de atención ejecutadas por él mismo y sus ‘guerrilleros’. Nunca sabremos si la discusión habría sido tan acalorada como la del color de aquel vestido dorado o azul, pero seguramente habría traído cola.
El gaditano se presentaba a las elecciones generales de aquel año con la Agrupación Ruiz-Mateos y, un tiempo después del suceso, se descubrió que el supuesto atentado había sido otra estrategia más para salir en los medios de comunicación. “En la furgoneta no había nadie, y lo que hizo el que la llevaba fue estrellarla contra el poste que hay y luego echarle dos tiros”, explica el exabogado del empresario Joaquín Yvancos en el documental. El ‘guionista’ del fundador de Rumasa, Sáinz Moreno, no se atribuye esta idea y asegura que no le gustó demasiado porque le parecía “muy caro” estropear una furgoneta.
¡Que me votéis, leche!
Uno de los principales objetivos de Ruiz-Mateos era estar siempre presente en los medios de comunicación para que la expropiación de su holding no cayera en el olvido. Así que, además de llevar a cabo las acciones de la ‘guerrilla’, compró el Rayo Vallecano y se introdujo en el mundo de la política para tener más altavoces en la vida pública. Se presentó a cinco elecciones diferentes bajo la Agrupación Ruiz-Mateos, y en las del Parlamento Europeo de 1989 consiguió dos escaños; se cree que en gran parte gracias al efecto que había provocado hacía poco más de un mes con la agresión al exministro socialista Miguel Boyer.
“¡Queremos empleo, como dice la Constitución, para todos los españoles! ¡Lo más digno y ejemplar que se puede hacer! ¡Queremos niños y queremos trabajo! Y por eso yo me permito decir: ¡mujer, vótame!, ¡hombre, vótame! ¡Que me votéis, leche!”, pidió el gaditano haciendo su gesto del puñetazo en uno de sus mítines, ataviado con un casco de obrero adornado con dos símbolos de Nueva Rumasa.
Entre estos característicos discursos y sus carteles electorales con llamativos eslóganes, algunos de ellos llenos de logos de sus propias empresas, es probable que las campañas hubiesen sido intensamente explotadas en las redes sociales. Si en la actualidad los usuarios son capaces de sacarles punta en clave de humor a campañas que consideramos más o menos habituales, ¿qué habría pasado con la Agrupación Ruiz-Mateos?
Disfruta en RTVE Play de los cuatro episodios de Ruiz-Mateos: el primer fenómeno viral.También puedes ver otros contenidos originales de la plataforma de vídeos, audios y directos de RTVE, como Yrreal, Susana y el sexo, Edelweiss o Grasa, entre otros.