Passanant i Belltall surge de la unión de dos pequeños pueblos de la Conca de Barberá, en Tarragona. Paisaje de pintorescas casas de piedra e iglesias barrocas, sus vecinos se dedican principalmente a la agricultura con cultivos como la cebada o el ajo. Zona famosa por la Ruta de los Monasterios del Císter, donde los vestigios del pasado conviven con la implantación de las nuevas tecnologías y las iniciativas de modernización digital.
45 años | Alcaldesa y camarera
Nací en Belltall y aquí me casé. La vida en un pueblo es muy diferente a la de la ciudad, empezando porque trabajo como camarera y además soy la alcaldesa del pueblo. Si los vecinos tienen que pedirme algo no vienen al ayuntamiento, me paran por la calle, me llaman a casa y me buscan en el restaurante. No concibo vivir fuera de Passanant i Belltall. Aquí pasé mi infancia, tengo a mi familia y mis raíces.
62 y 61 años | Fotógrafos y secretaria
Llevamos toda la vida en el mundo de la fotografía para publicidad moda e incluso para videoclips. Hemos viajado por todo el mundo y siempre soñábamos con vivir en el campo y disfrutar de la auténtica calidad de vida. Ahora lo hemos conseguido. Compramos una casa en la Glorieta, una aldea del municipio donde en realidad solo vivimos nosotros y cuidamos de nuestro huerto y nuestras gallinas. Seguimos con nuestro trabajo, fundamentalmente gracias a Internet, pero a otro ritmo muy distinto.
34 y 36 años | Productoras ecológicas y artesanas
Somos hermanas y dejamos Barcelona porque queríamos buscar un sitio tranquilo donde vivir y donde hacer algo que para nosotras es importante: trabajar con productos ecológicos. Elaboramos todo tipo de dulces y productos con materias primas 100% naturales que cultivan o crían otras asociaciones de productores, con los que hemos montado una cooperativa: La Garbiana. Vivimos en un piso de alquiler que nos ha proporcionado el Ayuntamiento, muy sensibilizado con la necesidad de repoblar esta zona. Y estamos encantadas.
45 años | Empresaria
He estado fuera muchos años, pero decidí volver al lugar en el que había nacido. Cogí la finca de mi familia, donde había manzanos, y decidí sembrar vid. Ahora produzco vino con mi nombre y en mi tierra. Todo es muy diferente a cuando vivía en la ciudad, pero hay que saber A Belltall. A los 22 años vuelve y vive durante una temporada en Solivella, trabajando en una bodega. Al tiempo decide trasladarse a Belltall, adquiere una finca familiar y siembra vid y cereal. Produce vino en una cooperativa. Además ha montado una tienda de productos de la zona en una estación de servicio de Montblanc.
51 años | Payesa
Soy de Belltall y estoy enamorada de mi tierra. Tengo una pequeña plantación de ajos y me siento muy orgullosa de decir que soy pallesa.