La incertidumbre en torno a la muerte del padre de Antonio continúa. Con la ayuda de Miguel, intentará esclarecer toda la verdad sobre aquel acontecimiento que marcó tanto a su familia; aunque conseguir información sobre aquellos años sigue siendo todavía muy complicado ya que la gente prefiere guardar silencio. Mercedes intentará apoyar a Antonio ya que le ve nervioso y eso le preocupa.
... vamos, que el que no bebe vino, bebe ron. Ramón nos cuenta cómo son las fiestas patronales en su pueblo que, desde luego, son mucho menos castas que las de Sagrillas... Se suben al campanario, beben, bailan y, después, no dejan flor sin tiesto.
Miguel está asimilando la nueva noticia que ha trastocado su vida: por su venas no corre la sangre Alcántara, sino la de don Mauro. Eso sí, Miguel le reconoce a Antonio que aunque sea hijo de don Mauro, nunca será hermano de Maurín
Fernando Guillén protagoniza una de las escenas más emotivas del capítulo 244. El actor, fallecido el pasado mes de enero, interpreta al padre Bernardo, el cura que ofició el entierro de Eusebio el Tuerto
Herminia lo sabía. De principio a fin. Sabía que don Mauro dejó embarazada a doña Pura y que la familia de este impidió que reconociera al niño. Que con el paso de los años doña Pura se enamoró de Eusebio y que Mauro, loco de celos, decidió fusilarlo
Pepón se ha metido en un buen lío... Se tragó el ojo de cristal del padre de Antonio y este quiere recuperarlo a toda costa. La solución sería sencilla si no fuera porque el pobre Pepón anda algo estreñido
Uno de los eventos más esperados en las fiestas patronales de Sagrillas es el "toro embolado", un encierro en el que un toro recorre el pueblo con bolas de fuego en sus astas
Antonio Flores canta acompañando a la banda Barón Rojo las canciones "Tan solo rock and roll" y "Pongamos que hablo de Madrid" (versión del tema original de Joaquín Sabina).