Ha sido todo un símbolo en Francia por su total entrega a los más pobres desde que en 1949 fundó los "Traperos de Emaus", y construyó los primeros albergues para los que duermen en la calle. Tan emblemático, querido y admirado que Francia le despidió con casi un funeral de Estado en Notre Dame. Pero 17 años después de su muerte, ha salido a la luz otra cara del Abbé Pierre, del Abad Pedro. Seis décadas de abusos sexuales que el religioso habría cometido con al menos, y por el momento, 33 mujeres.
Rachel, que prefiere no mostrar su rostro, es una de ellas. "Tenía ocho años, y mi padrastro me ofreció al Abbé Pierre, que me sentó en su regazo, me tocó el pecho, puso su otra mano en mis partes íntimas y me metió la lengua en la boca", cuenta.
"La Iglesia tuvo la información entre 1950 y 2007 y nunca denunció nada. Y ahora nos enteramos que el Abbé Pierre fue expulsado de Estados Unidos, Canadá y Suecia por hechos parecidos", dice Arnaud Gallais que no duda de que podría haber más casos y en otros países.
Desde diferentes asociaciones se insta a estas mujeres a denunciar también en los tribunales. Al abad Pedro ya no pueden juzgarle, dicen, pero quizá en una investigación judicial se descubra a otras personas que con su silencio fueron cómplices.
Foto: Georges Bendrihem/AFP/dpa