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La jugadora de la selección española, Jenni Hermoso, ha negado este viernes que el beso que le dio José Luis Rubiales en la ceremonia de entrega de premios del Mundial de Australia y Nueva Zelanda fuese consentido. 

"Me sentí vulnerable, víctima de una agresión en un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte. Sencillamente no fui respetada", ha afirmado en un comunicado la futbolista en referencia a las palabras del presidente de la RFEF en las que afirmaba que la jugadora le había dado su permiso para darle "un piquito" después de levantar a Rubiales.

Las víctimas de abusos sexuales en Portugal claman contra la prescripción de los delitos cometidos por la Iglesia lusa. António Grosso, uno de los impulsores de Coraçao Silenciado, la única asociación de víctimas de abusos de la Iglesia en Portugal. En el 24 horas de RNE, Grosso explica que "la investigación sobre los abusos en Portugal ha sido independiente" pero que "la Conferencia Episcopal Portuguesa despreció los más de 500 testimonios de las víctimas". António Grosso fue víctima de esos abusos y cuenta que "las actitudes de los abusadores, sobre todo dentro de la Iglesia, venían siempre con una buena palabra". "Cada vez que hablo de los abusos que he sufrido, me libero más", añade.