La tragedia es insostenible. Las llamadas de socorro y operaciones de salvamento de inmigrantes frente a las costas de Libia son diarias.
Menos de un año han durado las obras de ampliación del Canal de Suez. Han construido un tramo paralelo de 35 kilómetros y han hecho más ancho y profundo otro ya existente. Por sus aguas podrán pasar casi cien barcos al día, el doble que ahora.
La firma del presidente egipcio Abdelfatah al Sisi ha autorizado este jueves el paso de embarcaciones a través del nuevo canal de Suez, ampliado en un tramo de 37 kilómetros.
Los 4.800 millones de euros anuales que genera el Canal aumentarán hasta 12.000 millones en 2023. Las obras se han terminado en menos de un año y se estima un coste de 7.500 millones de euros, que han sido financiados en su mayoría con los bonos que ha emitido el Gobierno y que han comprado los propios egipcios.
Como en otras ocasiones, la barcaza iba tan sobrecargada que cuando sus ocupantes se movieron al avistar los buques de salvamento la precaria barca volcó. Médicos sin Fronteras ha acudido a la zona del naufragio, a unos 24 kilómetros de la costa libia, próxima a la frontera con Túnez. Su barco de salvamento ya había rescatado pocas horas antes a 94 personas en otra embarcación. Cuando llegan, ven una escena terrible: un barco de madera hundido, gente luchando por su vida en el mar y otra nave irlandesa de rescate que no da abasto. Según el testimonio de los supervivientes, más de 200 inmigrantes estarían desaparecidos tras el hundimiento.
Al menos 25 personas han muerto después de que la embarcación en la que viajaban en dirección a Italia volcara este miércoles a pocas millas de la costa de Libia, según han confirmado a Efe fuentes de la Guardia Costera italiana, que elevan a 400 el número de rescatados del naufragio.
Ese es el balance que las autoridades italianas han ofrecido del último desastre, si bien se teme que otras numerosas víctimas mortales no han podido ser recuperadas del mar y podrían haberse hundido con la embarcación.
Como ocurre frecuentemente en estos sucesos, la principal incógnita es el número de personas que viajaban a bordo de la barcaza.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha asegurado que más de 2.000 personas han muerto este año al intentar cruzar el Mediterráneo, desde el norte de África hasta Europa, lo que ha convertido a esta ruta en "la más mortal para los inmigrantes que buscan una vida mejor".
En el periodo similar del año pasado habían muerto en ese mismo trayecto 1.607 personas, mientras que en todo 2014 perdieron la vida 3.279 inmigrantes económicos o refugiados intentando llegar a la costa europea.
Las cifras evidencian que la ruta más peligrosa es la del Canal de Sicilia, en el Mediterráneo central, que conecta Libia con Italia.
Un inmigrante magrebí, N.M., de 27 años, que este domingo consiguió colarse como polizón en el barco que cubre la ruta Melilla-Almería ha sido hallado muerto dentro de la maleta en la que se había ocultado, que estaba en el vehículo de su hermano, que ha sido detenido.
Fuentes policiales han informado a Efe de que los hechos ocurrieron este domingo, pasadas las 20.00 horas, cuando el buque 'Sorolla', de la compañía Trasmediterránea, hacía su entrada en el puerto de Almería, más de cinco horas después de su salida del puerto de Melilla.
El puerto de Algeciras (Cádiz) registró ayer en la primera jornada de las fechas punta de la Operación Paso del Estrecho (OPE) el paso de más de 31.000 pasajeros y 8.000 vehículos, una afluencia masiva que no ha alterado la normalidad del dispositivo dentro de sus previsiones. El tráfico entre los puertos de Algeciras y Tánger Med (Marruecos) fue de 21.000 pasajeros y 5.700 vehículos. Por su parte, la conexión entre los puertos de Algeciras y Ceuta se cerró el sábado con unas cifras de 10.282 pasajeros y 2.514 vehículos. No obstante, la mayor afluencia se espera para la tarde-noche del domingo.
La Organización Mundial de la Salud ha anunciado este viernes que una vacuna experimental contra el ébola ha mostrado su eficacia en un 100 por cien. El ensayo clínico se ha realizado en Guinea. 11.200 personas han muerto a causa del virus desde diciembre de 2013.
El cazador que mató a Cecil es estadounidense y no español, como se especuló en un primer momento. Él asegura que todo se hizo de forma legal, aunque las organizaciones ecologistas se plantean si los convenios internacionales son suficientes para evitar este tipo de accidentes. Por la muerte de este león, el más querido de África, tendrán que responder, de momento, dos ciudadanos de Zimbabwe, a los que este cazador, un dentista de Minessota ha pagado 50.000 dólares por la cacería.
