En Hamburgo, Alemania, un hombre armado irrumpió en una iglesia de Testigos de Jehová y perpetró un tiroteo que ha ocasionado ocho muertos y ocho heridos, cuatro de ellos graves. La pronta actuación de la policía evitó una tragedia aun mayor ya que tan solo tardaron 4 minutos en actuar desde el momento que tuvieron lugar los primeros disparos. Dentro del edificio había un total de 50 personas.
El autor, que disparó nueve cargadores de municiones y se suicidó durante el ataque, ha sido identificado como Philipp F., un antiguo miembro de la confesión que actuó en solitario. No tenía antecedentes policiales ni estaba ni estaba relacionado con movimientos extremistas.
Tenía licencia de armas como tirador deportivo. La policía ha abierto una investigación, aunque todavía se desconoce los motivos que llevaron a este antiguo feligrés a perpetrar la masacre. Pero Los agentes no descartan que el hombre sufriera algún tipo de problema mental.