Una mujer en la ventana o ante el espejo, un hombre que mira al vacío o alguien que grita, una escalera o un columpio, el pelo o la nuca, una Piedad o una cicatriz, un laberinto o el horizonte… Son imágenes y escenas que hemos visto repetidas en muchas películas, las entendemos y reconocemos como un recuerdo emocional y nos impactan al margen de autores, países y épocas. En sus orígenes y significados iconográficos profundiza el ensayo "Motivos visuales del cine" (Galaxia Gutenberg), que han coordinado los profesores Jordi Balló y Alain Bergala. Relevantes académicos, críticos y filósofos de España y Francia estudian 62 de estas constantes: espacios, cuerpos, objetos, acciones, técnicas y conceptos, a través de casi un millar de obras. Son textos breves apoyados en ilustraciones que inciden en su vocación explicativa y pedagógica y revelan las singularidades de los más destacados creadores y sus vínculos, sus fetiches y obsesiones. De todo ello dialogamos con Balló, autor también de "El mundo, un escenario. Shakespeare: el guionista invisible" (Anagrama), escrito con Xavier Pérez.
Entrevista de Manuel Pedraz a Patricio Pron, para el programa Historias de papel, sobre su novela “No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles” (Literatura Random House). Los protagonistas son tres miembros de una misma familia, pertenecientes a distintas generaciones, que en tres momentos cruciales de la historia reciente de Italia, se ven en la obligación de reflexionar y decidir sobre la utilidad y hasta la estética de la violencia. El más joven de ellos, que participa en las revueltas callejeras que convirtieron a Milán en 2014 en un polvorín, descubre que su padre, que vivió en la Italia de los años de plomo de los 70, puede tener relación con el Congreso de Escritores Fascistas que se celebró en la Italia de Mussolini en 1945. Un congreso que tuvo que interrumpirse al aparecer el cadáver de uno de sus asistentes, Luca Borrello, cuya vida y obra encierra sorpresas que el protagonista irá descubriendo.
Vicente Valero se confirma con “Las transiciones” (Periférica) que, además de uno de los poetas de referencia de su generación, es también uno de los narradores a los que no hay que perderle la pista. Partiendo de su experiencia personal y con claras referencias autobiográficas, Vicente Valero cuenta en su novela la historia de un grupo de amigos, a los que la muerte de Franco sorprendió en plena transición de la adolescencia a la juventud y que veinte años después, cuando están en una nueva transición vital, se reúnen para asistir al funeral de uno de ellos.
Vicente Valero es el invitado a esta edición de Historias de papel, que se abre con una reseña de “No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles” (Literatura Random House), la novela en la que Patricio Pron nos propone una nada complaciente reflexión sobre la violencia a partir de tres protagonistas pertenecientes a una misma familia, pero de distintas generaciones, que viven en tres momentos muy delicados de la historia de Italia. La novela parte de la reunión de escritores fascistas celebrada en 1945 en la Italia de Mussolini.
La recomendación de los oyentes la manda Carmen desde Écija, que cuenta que está releyendo la trilogía del Baztán, de Dolores Redondo. Y la breve reseña de la portad del programa se centra en “Cinco historias del vino” (Editorial Dalya), el libro que reunió los primeros cuentos de Fernando Quiñones, que consiguió con él el galardón literario de las Fiestas de la Vendimia de jerez de 1960 y que ahora se ha reeditado.
Entrevista de Manuel Pedraz a Vicente Valero, para el programa Historias de papel, sobre “Las transiciones” (Periférica), novela que se desarrolla en apenas unas horas, aunque abarca casi toda una vida: la de los cuatro personajes que la protagonizan. Son cuatro amigos de la infancia, que tienen que resolver un grave conflicto del que se salvan milagrosamente porque la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, provoca que se suspendan las clases, lo que poco menos que evita que sean expulsados del instituto por un conflicto relacionado con “revistas guarras”. Esos cuatro amigos se vuelven a encontrar 20 años después, aunque uno de ellos ya asiste de “cuerpo presente”. El entierro de uno de ellos reúne nuevamente a los otros tres, lo que permite a uno de ellos, el narrador, en tiempo posterior aun, ver qué ha sido de sus vidas.