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(Entrevista de Manuel Sollo). "Hace veinte años, una Nochebuena, mi mejor amigo mató a su hermana y se tiró por un barranco". Así comienza Miguel Ángel Hernández su novela autobiográfica "El dolor de los demás" (Anagrama). Aquel suceso ocurrió el 24 de diciembre de 1995 en Los Ramos, pedanía de la huerta de Murcia, donde vivía el autor a sus 18 años. Dos décadas después, indaga en unos hechos cuyos motivos jamás han sido esclarecidos, pero también, y sobre todo, regresa a sí mismo, a su infancia rural, a la represión religiosa, a cierto desapego familiar. Porque Hernández fue la segunda víctima de aquel espantoso crimen, al romper radicalmente con su entorno y obviar una tragedia que perduraba en la oscuridad de la mente de cuantos fueron testigos de aquellos días. Lo cuenta en un pudoroso relato que, al ser narrado, escudriña en la legitimidad de horadar el sufrimiento de los otros y en los límites de la propia escritura. Sobre todo ello reflexiona en este diálogo, que entrecruza lo cultural y lo íntimo para reconciliar el desgarro de dos mundos reencontrados.

En la Línea de la Concepción, la polícia ha detectado que los clanes del narcotráfico se intercambian mensajes y amenazas en redes sociales y foros de Internet. En un lenguaje más o menos claro, los traficantes se señalan unos a otros cuando hay alguna traición entre ellos.

A los narcos de La Línea les gusta exhibirse. Lo último ha sido el videoclip donde aparecía un fugado de la justicia, Francisco Tejón. La Policía consiguió detenerle al cabo de un mes. El artista que aparecía cantando regetón es uno de los que ha actuado en fiestas de narcos de La Línea.

Unas fotos, publicadas en Instagran, han roto la paz de los clanes de la droga. Un anónimo denunciaba desde dentro los excesos de algunos capos, con nombres y apellidos. Drogas, sexo y alcóhol. Los capos han dado la orden de identificar al topo, sin resultado hasta ahora.

Es habitual que el entorno de los narcos airee sus trapos sucios en la prensa digital del Campo de Gibraltar.Cuando se publica alguna noticia sobre redadas y detenciones, la Policía sabe que las vendetas vienen en el faldón donde la gente cuelga sus comentarios.

Jornada trágica en el Mediterráneo. Al menos 17 personas han muerto al intentar cruzar desde Marruecos a España: 13 en Melilla y cuatro en Caños de Meca (Cádiz).

En Melilla, la Guardamar Polimnia de Salvamento Marítimo ha recuperado los cadáveres de 13 personas que trataban de cruzar en dos embarcaciones, según ha informado la Delegación del Gobierno en Melilla.

En Cádiz cuatro personas han muerto al chocar una patera contra unas rocas a pocos kilómetros de la costa. Ha ocurrido en la playa de Los Caños de Meca, en la zona conocida como "frente a la jaima", en el término municipal de Barbate. Otros 22 migrantes han sido detenidos.