La víbora hocicuda debe su nombre a un apéndice de la cabeza que le da un curioso aspecto de nariz respingona.
A diferencia de las culebras, las víboras tienen una pupila vertical elíptica. Si se siente amenazada, se hincha para aparentar mayor volumen. Pero si el peligro persiste, no duda en atacar.
La víbora hocicuda parece ser el animal que inspiró la leyenda del Alicante.
Esta semana nos trasladamos hasta el desierto de las Bardenas Reales, un extenso territorio yermo situado en la provincia de Navarra que sorprende por su increíble riqueza biológica y su peculiar y extraordinario aspecto, que evoca a la superficie lunar. Hace millones de años era un mar interior y la erosión ha ido perfilando curiosas formaciones geológicas que se conocen como “sombreros” o “chimeneas de hadas”.
En este capítulo descubriremos cómo consigue la lechuza común volar silenciosamente y qué animal tenían los romanos en casa para librarse de los ratones. También tendrá mucho protagonismo un insecto: la mariposa de los cardos. Descubriremos cómo es capaz de volar 4000 quilómetros hasta el Sáhara donde va a hibernar.
En nuestra sección del experimento comprobaremos si una bola de acero y una de plástico del mismo tamaño tardan lo mismo en tocar el suelo si se tiran desde la misma altura. El mismo principio físico explica cómo es capaz de alzar y mantener el vuelo un ave enorme como la avutarda.