Ignacio Uria trabajó toda su vida en la constructora que fundó su padre y que ahora es una de las más fuertes de Guipúzcoa, con más de 350 trabajadores. Hoy muchos de ellos se han concentrado para condenar el asesinato de Ignacio Uria, convocados por el sindicato ELA.
Los empleados han guardado unos minutos de silencio, que solo se ha roto, al final, con un fuerte aplauso. Después han dicho que este asesinato ha sido un mazazo y han destacado que Uria era un gran trabajador.