El Ayuntamiento de Barcelona comprará junto a una entidad social la Casa Orsola, la casa que se ha convertido en un símbolo de la resistencia en Cataluña contra la especulación de la vivienda. Tras la presión vecinal, se paralizó dos veces el desahucio del primero de sus inquilinos y, ahora, el consistorio pagará más de 9 millones de euros al fondo, dueño del edificio, que había disparado los alquileres. El Sindicato de inquilinos celebra la decisión, aunque critica el precio de compra y que no se les haya tenido en cuenta en la negociación.
Foto: EFE/ Quique García