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El arresto de periodista Roman Protasevich en Bielorrusia ha sido la última detención de un informador crítico con el Gobierno de Lukashenko. Desde que comenzaron las protestas contra el fraude electoral en 2020, la represión de Lukashenko ha provocado la detención de cien periodistas. Además, Bielorrusia ha detenido a 35.000 ciudadanos por su vinculación a manifestaciones contrarias al Gobierno. Varios opositores al presidente de Bielorrusia, en el cargo desde 1994, han tenido que huir del país ante el temor de ser encarcelados. 

Varios países vecinos de Bielorrusia, como Lituania, Letonia y Estonia, han acordado cerrar a la nación su espacio aéreo. Lituania ha pedido además a sus expatriados en Bielorrusia que abandonen el país porque no es seguro. Por su parte, Ucrania ha ordenado suspender todos los vuelos hacia y desde Bielorrusia y Polonia ha acusado al Gobierno de Minsk de terrorismo de Estado. Reino Unido considera que lo ocurrido es un tremendo ataque contra el derecho internacional y sospecha que Rusia estaba al corriente, el único país que ha defendido al antiguo miembro de la Unión Soviética.

FOTO: Wojtek RADWANSKI / AFP

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha valorado como "inaceptable" que Bielorrusia haya desviado un vuelo intraeuropeo sin justificación aparente y haya retenido a los pasajeros. "Desde España condenamos y exigimos la liberación de todos los pasajeros", ha destacado Sánchez en alusión al vuelo entre Atenas y Ucrania que fue interceptado por el Gobierno de Minsk. Además, Sánchez ha dedicado unas palabras a su entrada al Consejo Europeo para la crisis migratoria en Ceuta que ha provocado la tensión diplomática con Marruecos y la Unión Europea.

Nada se sabe del periodista bielorruso Roman Protasevich ni de su novia rusa desde que ayer fueron detenidos en el aeropuerto de Minsk. El avión estuvo retenido ocho horas antes de que le permitieran continuar viaje a Lituania. La policía dice que faltan cinco pasajeros de los que embarcaron en Atenas.

Se cree que podrían ser agentes de Rusia o Bielorrusia que estaban siguiendo al periodista para orquestar su arresto. Opositores bielorrusos temen que la vida del reportero corra peligro en Bielorrusia, donde la pena de muerte está vigente. Otro opositor murió hace pocos días en una prisión en extrañas circunstancias. Cientos de periodistas y disidentes encarcelados en ese país denuncian que las torturas del KGB son habituales. Bielorrusia asegura que cumplió con las leyes internacionales desviando el avión de su ruta y forzándolo a aterrizar en su territorio.

Se basa en la teoría, ya demostrada falsa, de que a bordo podía haber un artefacto explosivo. El Kremlin apenas ha comentado lo ocurrido, pero altos funcionarios de Rusia, que apoya al régimen de Lukashenko, defienden que hizo lo correcto con el avión y tachan la reacción de occidente de desmesurada e hipócrita.

El Gobierno de Bielorrusia defiende que cumplió las normas internacionales cuando este domingo obligó a aterrizar en Minsk a un avión de Ryanair que volaba de Grecia a Lituania y detuvo a uno de sus pasajeros, Roman Protasevich, un periodista crítico con el régimen del presidente Alexandr Lukashenko.

El avión de Ryanair volaba de Atenas a Vilna y las autoridades bielorrusas le hicieron aterrizar alegando una supuesta amenaza de bomba. La aeronave comercial fue escoltada por un caza y tuvo que aterrizar en el aeropuerto de Minsk, donde descendieron varias personas, entre ellas Protasevich, que fue arrestado. El grupo de artificieros que inspeccionó el avión y el equipaje no halló ninguna bomba y las autoridades bielorrusas han abierto una investigación por denuncia falsa.

Rusia ha apoyado a su más fiel aliado mientras la Unión Europea (UE) estudiará este lunes posibles sanciones por lo que considera un acto intolerable.

Los líderes de las instituciones de la Unión Europea, que se reúnen este lunes, y los de la OTAN han mostrado su malestar contra Bielorrusia por desviar, este domingo, a Minsk -capital bielorrusa- un avión de Ryanair con 120 pasajeros que volaba a Lituania. El avión fue desviado para arrestar al periodista y activista opositor bielorruso Roman Protasevich, un estrecho colaborador de la líder de la oposición bielorrusa, Svetlana Tikhanóvskaya, que, como ella, huyó de Bielorrusia y vive en Lituania. El presidente de este país vecino demanda la vuelta inmediata del activista Protasevich y declara que habrá sanciones ante una acción de este tipo.

Foto: EFE/EPA/STRINGER

La Transición española es un ejemplo para Bielorrusia, según ha señalado la opositora bielorrusa Svetlana Tijanovskaya en una entrevista concedida a TVE. La opositora al régimen de Lukashenko, el hombre que lleva casi un cuarto de siglo al frente del país, pide más apoyo a la Unión Europea. "Necesitamos seguir el ejemplo de España en su lucha por la democracia hace 45 años", advierte Tijanovskaya.

Foto: EFE / Víctor Lerena

El Parlamento Europeo ha entregado este miércoles el Premio Sájarov 2020 a la oposición bielorrusa, por su lucha pacífica reivindicando unas nuevas elecciones limpias. En agosto, el presidente Lukashenko, que lleva ya 26 años en el poder, volvió a ganar con el 80% de los votos, en unos comicios que no reconoce la comunidad internacional. "Soy una más, como los miles de bielorrusos que tenían miedo. Un muro invisible de miedo se levantó sobre nosotros, pero este año todo ha cambiado", ha dicho Svetlana Tikhanovskaya en Bruselas. Foto: John Thys / EFE

Algunos de los deportistas más conocidos de Bielorrusia piden que el Comité Olímpico Internacional intervenga ante la represión que sufren en su país,tras firmar una carta contra el fraude electoral del presidente Lukashenko. Entre los firmantes, Yelena Leuchanka, que jugó en la NBA y casi 20 años en la seleccion bielorrusa de baloncesto. En una entrevista por Skype, nos cuenta que la encarcelaron 15 días en condiciones infrahumanas.

Victoria moral para la oposición bielorrusa. Así califica el premio Sájarov, desde su exilio en Lituania, Svetlana Tijanovkaya. La líder de la oposición al presidente Lukashenko se considera la auténtica vencedora de las elecciones de agosto en la ex república soviética. Ha tenido que exiliarse para no acabar en prisión, como los opositores más destacados de su país, incluido su marido.

Las manifestaciones pro-democracia se suceden en Minsk desde hace más de dos meses sin conseguir que Lukashenko abandone el poder después de 26 años al frente de Bielorrusia. La Unión Europea acordaba a principios de mes sanciones contra 40 altos cargos de Bielorrusia vinculados a la represión y el fraude electoral. Lukashenko no está, de momento, en su lista negra. Mientras tanto, Moscú mantiene su apoyo al cuestionado presidente.

Se ha impuesto a la activista medioambiental asesinada Berta Cáceres y al arzobispo católico de Mosul, Najib Mussa.

La oposición bielorrusa ha sido reconocida como ganadora de la edición de 2020 del premio Sajarov para la Libertad de Conciencia que el Parlamento Europeo entrega cada año en reconocimiento a la lucha por los Derechos Humanos.