Aldecoa es para mi como un personaje magnífico de una película americana de los años cuarenta o cincuenta. Un personaje outsider lleno de misterio, de búsquedas, de alcohol, de soledad, de ganas de huir siempre de algún sitio, de ansias de buscar la belleza en las pequeñas cosas. Un personaje en el que siempre he querido habitar.
Los amigos primeros que Aldecoa tuvo en las islas fueron el escritor y abogado José Arozena y el escritor y crítico Domingo Pérez Minik, ambos de Tenerife y pertenecientes a la revista gaceta de arte desde su fundación en 1932. El nexo de unión de estos personajes es el escritor y periodista, Juan Cruz Ruiz, al que conozco en mi trabajo en Televisión. Con Él conozco a gran parte de las personas que trataron a la Generación de gaceta de arte y también conozco por primera vez el “cuaderno de godo”. Tras realizar “aislados. la esencia de un espíritu” en el año 2003, accedo este maravilloso texto del escritor vasco. Juan lo había encontrado en una vieja librería de Madrid, la librería Dedalus y así es como comienza la película. Él había descubierto un texto que describía el carácter y el territorio de las Islas Canarias de una forma sutilmente bella, con humor, con verdadera pasión. Desde entonces nace la idea de realizar “Aldecoa, la huida al paraíso”