Momento en el que Carlos III jura ante la biblia y el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, realiza su juramento, comprometiéndose a respetar la ley y administrar la justicia con misericordia. Ha defendido la iglesia anglicana, prometiendo que solo un protestante llevará la corona, pero ha añadido por primera vez su compromiso defender otras religiones y creencias de Reino Unido.
Foto: Momento del juramento de Carlos III ante el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby. (Jonathan Brady/Pool via REUTERS)
Ninguna otra monarquía europea tiene una ceremonia parecida a la coronación que protagonizará Carlos III de Inglaterra el sábado, probablemente por innecesaria. No tiene obligatoriedad constitucional, ni consecuencias legales, su importancia radica en su carácter simbólico. Además, será también una oportunidad para ver a todos los miembros de la familia real británica juntos, también a los más polémicos, el príncipe Harry y el príncipe Andrés.
Unos dobles del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle paseando frente al palacio de Buckingham representan lo más cerca que los seguidores de los duques de Sussex van a estar de poder contemplar en persona a la pareja en la Coronación de Carlos. El príncipe Harry asistirá solo a la ceremonia, que coincide con el cumpleaños de su hijo Archie, que se encuentra en Los Ángeles con su madre.
Tambiénasistirá el príncipe Andrés, despojado por Isabel II de sus afiliaciones militares y sus patrocinios benéficos por su relación con el proxeneta Jeffrey Epstein.
Todos los focos están centrados en Carlos III, pero este sábado también será coronada su esposa Camila. Su camino no ha sido fácil. Buena parte de la prensa británica y la opinión pública le otorgó el papel de "villana" cuando se hizo pública su relación con Carlos, todavía casado con Lady Di, pero en estas dos décadas ha sabido ganarse a los británicos.
Más allá de las encuestas, la presencia de Camila ha sido para el rey algo innegociable desde que llegó al trono. Su madre dejó escrito que la duquesa de Cornualles sería reina consorte y, según reza la invitación oficial para el sábado, cuando toda la familia salga a ese balcón a saludar, Camila será simplemente reina. Foto: REUTERS/Phil Noble/File Photo
Hablamos con Emilio Sáenz-Francés, director del Observatorio Winston Churchill de la Universidad Pontificia Comillas, sobre lo que se espera de la ceremonia de coronación de Carlos III como Rey de Inglaterra. Asegura Sáenz-Francés que, en la sociedad postmoderna de Reino Unido, el nuevo monarca intenta abrirse a las nuevas generaciones, aunque siga queriendo preservar los símbolos más arraigados de la Monarquía británica. La ceremonia, aunque basada en los cánones de la Iglesia anglicana, pensará también en las muchas otras religiones que se profesan a día hoy en el país.
Su destino al nacer era convertirse en rey, pero ha tardado 74 años en conseguirlo. El Príncipe de Gales se convirtió en Carlos III el pasado septiembre, el día en el que falleció su madre tras 70 años de reinado. Sara Alonso, corresponsal en Londres, nos acerca a su figura en este reportaje.