En los pueblos con menos de 10.000 habitantes uno de cada diez vecinos ha nacido fuera de España y uno de cada cuatro niños es de madre extranjera. Según el último informe del Observatorio Social de La Caixa, la inmigración está siendo el principal antídoto contra el envejecimiento de la España vaciada.
En Molina de Aragón, Guadalajara, casi la cuarta parte de los vecinos son de origen extranjero, sobre todo rumanos y marroquíes, pero hay 30 procedencias distintas. Ha llegado de fuera el rejuvenecimiento de una comarca en declive. Con imponente historia medieval, paisajes y castillos casi irreales. El de Zafra, a las afueras de Hombrados, sirvió de escenario hace cinco años a la serie Juego de Tronos. Aquel rodaje extranjero dejó fama y algo de dinero, cuenta el alcalde, pero los extranjeros que se quedan a vivir son otra cosa. “Aportan vida. No solo es mano de obra es mucho más. Vienen buscando una oportunidad, pero en realidad la oportunidad nos la dan ellos a nosotros, a nuestros pueblos. Los colegios abiertos, se mantienen los servicios mínimos, las plazas siguen teniendo niños y niñas y sonrisas”, aseguran los vecinos de la Alcarria.