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El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), conocido esta semana, revela que la inmigración es la respuesta más repetida cuando se pregunta a los españoles por los principales problemas para el país, por delante de cuestiones como el paro (tercer lugar) o la vivienda (sexto). Sin embargo, los expertos destacan que no quiere decir necesariamente que esté reflejando un pico en la xenofobia, ni un cambio radical en las actitudes de la población española. Simplemente, se trata de un tema de plena actualidad y la gente está pensando más en la inmigración ahora frente a hace años, según apuntan.

En una entrevista al canal 24 horas el director de la Unidad de Emergencias, Íñigo Vilas, ha admitido que debido a la llegada de cinco embarcaciones estas "últimas 24 horas han sido intensas" porque han realizado "atenciones en todas las Islas Canarias" menos en la isla de La Palma. Vilas ha explicado que el primer paso es que Salvamento Marítimo o un buque de la Guardia Civil les informa de un avistamiento de una embarcación y les pasa información sobre los ocupantes del cayuco para "poder dimensionar nuestro dispositivo en el puerto a la recepción de la embarcación". Después se hace un "triaje sanitario" y primero desembarcan las personas vulnerables y luego el resto. Una vez en tierra les dan mantas, ropa seca, comida y bebida y, por último, pasan a disposición policial.

Este viernes en una entrevista en La hora de La 1, el fundador de la ONG Open Arms, Oscar Camps, ha denunciado las nuevas restricciones que plantea la política migratoria del gobierno italiano a las ONGs que rescatan a personas migrantes en el Mediterráneo. Entre ellas, ha explicado que solo pueden hacer un rescate, aunque vean que hay más embarcaciones a la deriva, así como, les asignan puertos lejanos "mil millas o 800 de ida y de vuelta". Además, añade que si deciden hacer más de un salvamento se enfrentan a multas de 10.000 euros y bloqueos de entre 30 y 60 días. El velero Astral ha sido bloqueado en tres ocasiones.

La tensión en la frontera del Tarajal con Ceuta continúa por tercera noche consecutiva. Después de que este domingo cientos de personas intentasen cruzar desde Marruecos hasta la ciudad española, en las últimas horas de este lunes se han podido ver de nuevo carreras, pedradas y camiones antidisturbios de agua a presión. Un nuevo grupo de migrantes ha intentado entrar en la ciudad, pero el amplio despliegue policial al otro lado de la frontera los ha frenado. Este lunes se ha producido el arresto de nueve de jóvenes que se habían lanzado al mar para cruzar, siendo todos ellos interceptados por las fuerzas marroquíes antes de que alcanzaran la playa ceutí del Tarajal. Por el momento, la Delegación del Gobierno ha asegurado que se producirán nuevos cierres intermitentes de la frontera en el caso de que sea necesario para que la Gendarmería marroquí pueda controlar los posibles intentos de llegar a la aduana.

Los cayucos con los que llegan los migrantes en su periplo por la ruta migratoria mediterránea pueden recorrer más de 1.000 km y están dotados de buenos motores. Sin embargo, los migrantes afirman que la ubicación dentro de la embarcación puede ser la diferencia entre llegar o no llegar. Esto último depende del estado físico de la persona previo al viaje y, en especial, de cuánto pagaron. Los precios oscilan entre los 3.000 euros por los asientos considerados como más seguros hasta los 500 euros por los más expuestos.

Al menos 36 personas han fallecido en el naufragio de una embarcación el domingo frente a la costa de Mbour, en el oeste de Senegal. Tras sufrir una vía de agua, la embarcación, con al menos 100 personas, volcó pocos minutos después de zarpar. La Guardia Civil continúa las labores para buscar al resto de desaparecidos. Por el momento, hay 5 supervivientes.

Senegal es uno de los principales puntos de partida para los miles de africanos que emprenden desde hace años la peligrosa travesía por el Atlántico, intentando llegar a Europa, principalmente a través de las islas Canarias. Asimismo, miles de personas han perdido la vida en el mar estos últimos años. En concreto, entre marzo y agosto, más de 400 senegaleses han fallecido en el camino hacia las islas.

La ruta migratoria del Mediterráneo Occidental ha vuelto a reactivarse, y eso está influyendo en el número de llegadas a las islas Baleares. En lo que va de año han llegado ya más migrantes que en todo el año 2023. Según Cruz Roja, el 90% de los magrebíes que han llegado, en los últimos días, a las islas son argelinos. Según comentan, allí no hay trabajo, faltan libertades y han subido los precios. A los jóvenes que quieren marcharse a Europa en busca de oportunidades se les conoce como harragas, que en árabe significa quemar. Se les llama así porque antes de pisar suelo español queman su documentación para no ser devueltos a su país.

Las mujeres migrantes enfrentan desafíos únicos en su proceso de migración, como la vulnerabilidad a la violencia de género, la discriminación o el acceso limitado a servicios de salud o empleo. Huyen de la hambruna, de las guerras o de la vulneración de sus derechos, pero cuando se suben a un cayuco también huyen del maltrato. Ahí, dentro de una embarcación y durante días, pueden ser víctimas de abusos sexuales. En 2024, más de 1.500 mujeres han llegado a Canarias. Una cifra que, según los expertos, seguirá aumentan en la ruta Atlántica, la más mortífera del mundo.

Según el último informe del Sistema de Acogida de Protección Internacional (SAPI), España superó en 2023 su récord de peticiones de asilo con 163.220 solicitudes. Además, en 2024 apunta a ser aún mayor, y es que en agosto ya se han superado las 100.000. Las personas que solicitan protección internacional huyen de su país por motivos no económicos como guerras, persecuciones o violaciones de derechos humanos, en busca de una segunda oportunidad. Según los últimos datos, se han concedido el 12% de todas las solicitadas durante el 2023. Por otro lado, el 80% de los casos son personas de América Latina, la mayoría de Colombia y Venezuela.