Los oscarizados Tim Robbins y Juliette Binoche, nominados a mejor actor de reparto y mejor actriz protagonista en los Premios Goya 2016, aguantaron estoicamente en primera fila las tres horas y cuarto de ceremonia, pese a que tenían cara de no enterarse de nada. Pero el malagueño Rovira tuvo el detalle de dirigirse a ellos en sus respectivos idiomas -inglés y francés, o algo parecido-.
Al estadounidense, protagonista de Un día perfecto, le invitó a Málaga a pasar "un día de puta madre" en la playa bebiendo "tomato soup (gazpacho)" en un chiringuito; y a la francesa la prometió que se olvidaría del frío polar que sufrió en Nadie quiere la noche yendo a Málaga con él y con Tim para estar "al soleil, en la plage y con vichyssoise fresquita".