En el último domingo de campaña, los partidos han celebrado grandes actos. PSOE, PP y Vox con los líderes nacionales junto a sus candidatos. En esos mítines, Sánchez y Casado se han lanzado duros reproches y han evidenciado el choque entre socialistas y populares por la votación de la reforma laboral.
FOTO: Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Casado (PP), Francisco Igea (Ciudadanos), Santiago Abascal (Vox) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos). AGENCIAS
Los partidos intensifican la campaña en el último domingo antes de las elecciones de Castilla y León. El PSOE ha contado con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. El líder del PP y el de Vox, Pablo Casado y Santiago Abascal, también han pedido el voto para sus candidatos. Desde Unidas Podemos, quien ha estado es el exlíder y exvicepresidente Pablo Iglesias. Y con Francisco Igea (Cs), ha estado Luis Garicano.
La polémica votación de la reforma laboral también marca, un día más, la campaña electoral de Castilla y León. Un asunto que ha salido en todos los mítines de este sábado. El candidato del PSOE, Luis Tudanca, ha estado en Segovia acompañado por la mayoría de sus presidentes autonómicos, que han cargado contra un PP que "solo ayuda a España cuando se equivocan". El candidato de Ciudadanos, Francisco Igea, ha vuelto a la campaña tras superar la COVID-19: “no podemos seguir en el frentismo y la polarización”. Mientras que el candidato de Podemos, Pablo Fernández, ha estado acompañado por ministros Irene Montero y Alberto Garzón, que han acusado al PP de “competir con la extrema derecha" con un "discurso trumpista". Y el PP, por su parte, ha vuelto a pedir una mayoría suficiente para gobernar en solitario y ha calificado de “bochorno” la forma en la que se ha aprobado la reforma laboral. Foto: EFE
Un día después de la polémica votación de la reforma laboral continúan los reproches cruzados entre los partidos políticos, también en Castilla y León, donde este viernes se han desplazado algunos líderes nacionales para apoyar a sus candidatos. “El transfuguismo es corrupción, la compraventa de voluntades es corrupción y el PP es un partido corrupto", ha afirmado la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. Por primera vez, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha entrado en campaña y se va a implicar más de lo previsto, después de que se lo haya pedido el candidato. “vamos a ganar las elecciones y lo vamos a hacer por absoluta”, ha afirmado. Y Ciudadanos pide sensatez y huir del populismo, dice, al que ayer se entregó el PP en el Congreso. Foto: EFE
Los candidatos de PSOE y Ciudadanos a la Junta de Castilla y León celebran que se haya aprobado la Reforma Laboral en el Congreso de los Diputados.
Mañueco se manifiesta en contra. Hasta el Bierzo, concretamente Ponferrada, se ha desplazado el presidente gallego Núñez Feijóo para apoyarle. En Soria, Pablo Echenique ha arropado a Pablo Fernández, candidato de Unidas Podemos en un acto sobre la ganadería extensiva. El candidato de Por Ávila. Pedro Pascual, reitera que sólo su formación se ocupara de los problemas abulenses. Francisco Igea reaparecerá presencialmente pasado mañana, junto a Inés Arrimadas, en Valladolid.
Los candidatos de las elecciones a Castilla y León dicen tener buenas sensaciones cuando la campaña se acerca a su ecuador. Este jueves, han seguido con sus actos Luis Tudanca (PSOE), Alfonso Fernández Mañueco (PP), Francisco Igea (Cs) y Juan García-Gallardo (Vox).
El Pleno del Congreso debate y vota la reforma laboral que, aunque a pesar de los momentos de dudas e incertidumbre, parece que el Gobierno tendría garantizados los votos necesarios. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, subraya que “ha valido la pena”, después de meses de negociaciones con empresas y sindicatos. Ha defendido que se trata de una norma que califica de “histórica”, pero se ha lamentado que haya salido adelante sin el apoyo de sus socios habituales. Durante esta jornada de debate, han sido muchos los reproches entre ella y el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, que la acusa de “querer vender la moto a los trabajadores” y dice que no ha sido un proceso de negociación, sino “un proceso de presión y negación”.
La tensión también se ha podido ver entre Díaz y la portavoz del Congreso del PP, Cuca Gamarra, por comparar la reforma con la de 2012. Los reproches han ido en la línea de equiparar los datos de paro y afiliación, por lo que el PP afirma que la derogará si gobierna. Bildu también ha sido claro en esta oposición a la reforma laboral y destacan que seguirán apoyando al Gobierno solo con leyes progresistas.
Aunque el suspense se mantendrá hasta el final, con la votación que se celebrará sobre las 5 de la tarde, parece que la reforma saldrá adelante. Con un abanico de nueve partidos, el ‘sí’ de Ciudadanos y también el de UPN, aunque lo hacen “muy a su pesar”. A pesar de esta nueva fotografía de coalición, aseguran que esto no pone en peligro la legislatura. Dicen que sigue habiendo una mayoría progresista en el Congreso y que la coalición no se resquebraja, aunque ha sido un bache.
Informan David Fernández, Sandra Gallardo y Verónica Muñoz
La líder de Cs, Inés Arrimadas, ha afirmado en el pleno del Congreso que debate la reforma laboral, que su formación va a respaldar el pacto alcanzado entre el Gobierno y los agentes sociales porque "es la norma menos sanchista de las que se pueden aprobar en la legislatura" y ha defendido que "se parece muy poco" a lo que proponía el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y su socio en el Ejecutivo, Unidas Podemos. "Decían que se iba a derogar y generaba incertidumbre [...] esta norma consolida elementos de la de 2012, da credibilidad y seguridad jurídica", ha agregado. También ha admitido que es "mejorable" pero "incorpora mejoras" y algunas van "en la linea de lo pedido" por Cs.
Foto: La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, durante su intervención en el Congreso. EFE/ Juan Carlos Hidalgo
El PSOE y el PP siguen desplegando su artillería pesada en Castilla y León. Este miércoles ha sido el turno de varios ministros socialistas y del líder del PSC, Salvador Illa. Por parte del PP, han estado en campaña el secretario general, Teodoro García Egea, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida. El candidato de Ciudadanos, por su parte, sigue confinado, pero la exconsejera de Sanidad, Verónica Casado, se encuentra copando los mítines.
Segovia se ha convertido en el eje de las elecciones en Castilla y León este miércoles dos de febrero. Tanto el candidato del PP, Alfonso Fernández Mañueco, como el del PSOE, Luis Tudanca, se han desplazado a la provincia para lanzar consignas y buscar votos. Ambos han articulado su discurso en torno a la España rural: uno criticando la gestión de los populares durante 35 años de gobierno, el otro diciendo que la España rural estaba amenazado por Sánchez. Nos lo cuentan Helena Cerveto y Borja Rivas.
Por su parte, el candidato de Ciudadanos Francisco Igea continúa confinado y pidiendo al PP que defina sus pactos y que "no dejen entrar a un partido xenófobo". Asimismo, Unidos Podemos ha aprovechado este día para rpesentar su programa electoral, el que aseguran que ha sido consensuado hasta última hora. Además, el candidato al gobierno regional por UPL Mariano Santos pide a Fernández Mañueco que trabaje en favor de las zonas desindustrializadas.
La campaña electoral en Castilla y León ha protagonizado este miércoles la sesión de control al Gobierno en el Congreso, la primera de este año y la única prevista antes de los comicios del 13 de febrero. El PP y Vox, pero también el PSOE, han llevado temas de debate en esa comunidad como los problemas relacionados con la despoblación o la situación del sector agrícola y ganadero.
En total, casi una decena de preguntas al Gobierno de la Nación han acabado derivando en cuestiones relativas a Castilla y León, cuatro de ellas formuladas por el PSOE, que ha roto su costumbre de no interrogar a los ministros de su propio Gobierno. Este hecho ha llevado al PP a anunciar que lo denunciará ante la Junta Electoral Central.
Ciudadanos ha instado a la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, a ser “valiente” y a que diga que "hay que aprobar la reforma laboral y no tocar una coma". "Prometa que no va a haber una sola cesión al nacionalismo y al separatismo", le ha dicho. Y ha insinuado que si es así, dará su apoyo: “No es la reforma que nosotros haríamos pero queremos evitar la catástrofe de estas cesione sa Otegi y Rufián”.