El futuro del Reino Unido en la Unión Europea está, desde hoy, oficialmente sometido a debate. El primer ministro David Cameron ha anunciado que si dentro de dos años gana las elecciones, antes de que acabe 2017 habrá un referédum para que los británicos digan si quieren quedarse en la Unión Europea o salir de ella.
El anuncio preocupa a Europa y, dentro del Reino Unido, solo parece haber satisfecho al amplio sector euroescéptico del partido conservador. Su socio de gobierno, el liberal y proeuropeo Nick Cleg no ha dudado en asegurar que esa iniciativa no beneficia al interés general y es un riesgo para la economía. La oposición laborista acusa a Cameron de anteponer los intereses de su partido a los nacionales, y el ex primer ministro Tony Blair ha sido aún más duro y gráfico al comparar la posibilidad de que el Reino Unido abandone la UE con pegarse un tiro en la cabeza.