Muchos responsables de los servicios sanitarios han trabajado bajo una gran presión para salvar vidas. En el hospital de la Fe de Valencia, sus responsables aseguran que la forma de trabajo ha cambiado completamente, empezando por la trasformación de salas para acoger pacientes graves del COVID-19. Los médicos aseguran que han vivido días muy estresantes debido a que se trata de un virus del que no conocen nada. En cuanto a la falta de material, el personal del hospital asegura que fue muy leve al principio, pero que lo peor ha sido la descoordinación y explican que han llegado a convivir en los mismo espacios pacientes que han dado positivo por coronavirus con pacientes sanos. Para algunos médicos o enfermeros el peor momento ha sido cuando han visto que algunos pacientes se han dado cuenta de que iban a morir y se veían completamente solos.
kExpertos en pediatría advierten de los efectos negativos en los niños del confinamiento prolongado. Piden por ello al Gobierno sensibilidad y que les permita salir a la calle aunque sea unas horas. Es una crónica de Nacho Marimon.