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Las sirenas han vuelto a sonar esta noche en el norte de Israel, donde su escudo de Hierro ha interceptado algunos cohetes lanzados desde el sur del Líbano. Horas después de la confirmación de la muerte del líder de Hezbolá, Hasán Nasrala, la tensión y el intercambio de ataques se suceden entre Israel y el Líbano. En el sur de Beirut también se han registrado nuevas explosiones.

FOTO: AP Photo/Hassan Ammar

Jesús Núñez, codirector del Instituto de Conflictos y Acción Humanitaria, nos explica que, tras la muerte del líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, la milicia se encuentra en extrema vulnerabilidad: " "Han sido muchos los golpes que han recibido Hizbulá [...] No ha perdido toda su capacidad de combate, pero están en un punto de debilidad", nos cuenta en '24 Horas Fin de semana'. Núñez considera que Hizbulá está eligiendo "el nivel más bajo de respuesta", ya que no tienen pretensión de escalar el conflicto. "Son conscientes de su debilidad frente a Israel, podrían sufrir un castigo insoportable. Lo mismo cabe decir de Irán", asegura el codirector. Sobre si estamos a un paso de la mencionada invasión terrestre, Núñez "entiende que así es" e indica que la clave principal es el ritmo con el que Israel va a ir acumulando tropas en la frontera con Líbano.

El Ejército israelí ha anunciado la muerte del líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, y la milicia lo confirma, tras el bombardeo que llevó a cabo el viernes contra la sede central de la milicia, en el sur de Beirut. En el ataque también habría muerto el comandante del Frente Sur de Hizbulá, Ali Karki, y otros comandantes de la milicia.

Nasrala nació en 1960 en una familia modesta de los suburbios de Beirut y llevaba 30 años al frente de la organización política y militar del movimiento chií libanés. Destacó como uno de los líderes de la corriente reformista y sacó a Hizbulá de la clandestinidad para convertirlo en un partido político.

Informan la corresponsal, Laura Alonso, y Beatriz Gajate

A última hora de la tarde, Israel ha ejecutado el mayor bombardeo sobre la capital, Beirut, en un ataque contra la sede de Hizbulá que ha derribado seis edificios residenciales. En 24 horas de RNE, Manuel Morato, coronel de artillería retirado y presidente del Instituto de Defensa y Análisis de Políticas de Seguridad ha analizado este ataque: "Desde el punto de vista técnico, el bombardeo fue eficaz y sobre el lugar que se pretendía. Lo cual no quiere decir que lamentablemente no haya daños colaterales".

"La incursión terrestre es peligrosa para las fuerzas atacantes. Acabar con los túneles que ha construido durante tantos años Hizbulá no es nada fácil. Esto es peor que lo de Gaza", ha explicado el coronel de artillería retirado.

También hemos contado con el hermano Guillermo Moreno, misionero de la Asociación Fratelli que se encuentra al sur de Beirut: "Las familias están todo el tiempo en casa, encerrados y oyendo bombas. También han recogido a otros familiares o a otros desplazados". Del mismo modo, nos ha contado como algunos de los refugiados huyen del país: "Algunos de los refugiados sirios sí que quieren volver a su país, alguno sí que puede. Otros no porque son de pueblos que están en la lista negra del Gobierno de Siria". Escucha la entrevista completa en RNE Audio.

El conflicto en Oriente Próximo sigue recrudeciéndose. Las bombas israelíes siguen cayendo sobre Líbano y la cifra de víctimas mortales no deja de crecer: ha superado ya las 700, la mayoría de ellas civiles según el Gobierno libanés, que insiste en que muchos de los muertos son mujeres y niños. La intensidad y amplitud de los bombardeos, y ahora también el miedo a una posible invasión terrestre, ha incrementado el éxodo de la población libanesa del sur hacia Beirut.

Francisco José Gan Pampols, teniente General del Ejército de Tierra retirado, cree que la estrategia que está aplicando Israel, de momento, no se parece a la de Gaza porque falta el componente de "acción directa terrestre" y que ahora mismo solo se trata de una campaña aérea contra "una lista de objetivos prefijados que responde a una primera fase". Explica, además, que lo que Israel se propone con estos ataques son tres cosas: "En primer lugar, degradar a Hizbolá todo lo que pueda; en segundo lugar, eliminar selectivamente a sus cuadros de mando, y, en tercer lugar, empujar a Hizbolá al norte del rio Litani".

En cuanto a las palabras de Netanyahu y una posible incursión terrestre en Líbano, Francisco José Gan Pampols considera que las probabilidades de que esto suceda no son altas porque "Israel no tiene todavía en el norte las suficientes fuerzas". Sobre el papel de Irán en este conflicto, insiste en que a Irán "no le interesa una guerra abierta en la zona" y que, por el contrario, podría presionar a Hizbolá para que no aumente su ofensiva: "En caso de una escalada, Israel se verá obligado a escalar sus ataques. Si Israel ataca a Irán, entonces el conflicto se desbordaría regionalmente y estaríamos en otro escenario completamente distinto".

Israel ha lanzado este lunes una oleada de ataques contra 1.300 objetivos de Hizbulá en Líbano que deja al menos 492 muertos (incluidos 35 niños y 58 mujeres) y 1.645 heridos, en la jornada más mortífera del país desde el final de su guerra civil en 1990.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha apelado este lunes a la esperanza para lograr "un futuro de paz, justicia y prosperidad" en plena escalada de la tensión en Oriente Próximo y ante la existencia de otros conflictos como la guerra en Ucrania. Sánchez ha hecho esa llamada a la esperanza en su intervención ante la Cumbre del Futuro de la ONU, un evento organizado de forma previa a la apertura del nuevo periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas.

FOTO: Omar AL-QATTAA / AFP

La milicia chiíi Hizbula está ligada a la lucha contra Israel desde sus orígenes. Se crea en 1982, a instancias de Irán y su revolución islámica, para luchar contra la invasión del ejército israelí del Líbano. Desde entonces, su influencia no ha dejado de crecer, hasta el punto de que se considera "un Estado dentro de un Estado". Tiene una dimensión militar, la más conocida; también una política, ya que cuenta con representación en el Parlamento del Líbano; y una social, porque ayuda a los sectores más desfavorecidos de la población chií. Sin embargo, fuera es considerado como un grupo terrorista por Estados Unidos y otros países occidentales.

Foto: AL-MASRI / AFP