Se cumplen once semanas del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania. La semana comenzó con nuevos ataques en Mariúpol, en la acería de Azovstal. Ucrania apuntaba a al ejército ruso como culpable, pero ellos, lo negaban. Ese mismo día, el Secretario General de la ONU, António Guterres, comparecía delante de las Naciones Unidas, y dijo que la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha sido “una violación a la integridad de su territorio y de la carta de las Naciones Unidas”.
Ucrania sigue recibiendo apoyo internacional, siendo uno de los titulares más importantes su reconciliación con Alemania, quienes, por su parte, enviará siete piezas de armamento alemán. En su visita a Ucrania, Amnistía Internacional ha recopilado nuevas pruebas con respecto a las acusaciones de crímenes de guerra cometidos durante el conflicto y ha puesto el punto de mira en Mariúpol, un agujero negro dondelas cifras de víctimas se pierden.
El fin de semana fue marcado por el retorno de losbombardeos en Odesa, siendo seis misiles rusos los que cayeron en un barrio residencial de la ciudad, y, el día siguiente, bombardeando una escuela, la cual era el refugio de 60 personas en Lugansk, un nuevo ataque contra la población civil. A pesar de la continua presión que está ejerciendo Rusia sobre la zona del sureste, pudieron continuar con la tarea de evacuar gente de Mariúpol con éxito.
Uno de los puntos álgidos de la semana fue el lunes, cuando, en el día de la Victoria sobre el Ejército Nazi, el mundo entero estuvo pendiente de Putin, que, en su discurso durante la celebración, apuntó a occidente como los creadores de una amenaza inaceptable en la frontera del país. El día se celebró además en zonas ucranianas donde el ejército ruso había conseguido asentarse como Mariúpol. Sin embargo, en la zona que aún se escapa de las manos de Rusia, un solemne Volodímir Zelenski emitió un mensaje en el que volvía a animar al país hacia la victoria.
Tras las celebraciones, Rusia no paró, y un nuevo bombardeo a Odesa azotó el país. Siete misiles impactaron en un centro comercial de la ciudad y además, fue también el ejército ruso quien, solo un día después, atacó un convoy de civiles en Járkov, donde murieron tanto adultos como los niños que les acompañaban. El presidente Zelenski cerró la semana con una alarmante advertencia: “Sin nuestras exportaciones agrícolas, decenas de países en distintas partes del mundo están al borde de la escasez de alimentos”.