Cuando se cumple un año de la entrada en vigor de Madrid Central, un estudio de Ecologistas en Acción señala que la contaminación se ha reducido un 20% en la capital.
Según su informe, en el último año, 21 de las 24 estaciones de medición madrileñas han registrado una menor cantidad de gases contaminantes. Tan sólo las de Plaza Elíptica y Escuelas Aguirre, superan el límite anual de CO2. El alcalde Martínez-Almeida, que cuestiona estos datos, pondrá en marcha un nuevo plan en enero.
La acción de Greenpeace continúa con varios de sus activistas ocupando los escaparates de distintos comercios (Primark, Mango, Nike, Fnac, Zara, El Corte Inglés...) simulando ser maniquíes ataviados con monos naranjas y carteles denunciando el hiperconsumismo.
A tan solo tres días de que comience en Madrid la Conferencia del Clima, un informe que acaba de publicarEcologistas en Acción asegura que la zona de tráfico restringido de la capital es la zona de bajas emisiones más eficiente de Europa.
Según el informe, Madrid Central ha reducido la contaminación por dióxido de nitrógeno en un 20 % con respecto a la media histórica de la zona. Aun así, desde la organización ecologista advierten de que Madrid Central “es eficiente pero no suficiente” y piden más medidas que incidan en el tráfico entre la periferia y el área metropolitana de la ciudad.
Un estudio realizado en EE.UU. advierte de que cuando las partículas contaminantes producidas por el diesel suben, provocan al día siguiente un claro aumento de ingresos hospitalarios. Un equipo científico analizó durante 12 años a 95 millones de personas mayores de 65 años y han concluido que cada nuevo microgramo de partículas genera un aumento de más de 5.000 hospitalizaciones al año por problemas pulmonares, cardiovasculares o renales.
A una semana de la Conferencia del Clima en Madrid, la Organización Meteorológica Mundial, dependiente de Naciones Unidas, afirma que las emisiones de dióxido de carbono registradas en 2018 han batido un nuevo récord. Hay que remontarse millones de años para encontrar niveles similares. Informa Luisa Pérez.
La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzó un nuevo récord en 2018, aumentando más rápido que el promedio de la última década y agravando los patrones climáticos perjudiciales, según ha informado la Organización Meteorológica Mundial (OMM), dependiente de la ONU.
El Boletín sobre los Gases de Efecto Invernadero de la agencia climática de la ONU forma parte de una serie de estudios que se publicarán antes de la cumbre sobre cambio climático que se celebrará en Madrid la próxima semana, y se espera que guíe la agenda de esta gran cita. El estudio mide la concentración atmosférica de los gases responsables del calentamiento global, en lugar de las emisiones.
Cambio climático: La concentración media mundial de CO2 alcanzó en el año 2018 un nuevo récord mundial, llegando a las 407,8 partes por millón. El incremento también bate su propia marca ya que ha superado la media de la última década. También ha aumentado la concentración de otros gases de efecto invernadero como el metano y el óxido nitroso. El metano, que es el segundo gas contaminante que más tiempo perdura en la atmósfera, se sitúa un 259 % por encima del nivel existente en la era preindustrial. El óxido nitroso se sitúa un 123 % por encima.
El medio ambiente es seguramente, con permiso de las cuestiones económicas, el asunto que más preocupa a los europeos, como lo confirman encuestas recientes. Los partidos verdes están en auge en casi toda la Unión Europea, con alguna excepción como España donde no acaba de surgir una fuerza de este tipo. El asunto del clima está en la agenda de todos los países, todos los gobiernos y todos los partidos de la Unión. Uno de los países europeos más desarrollados, Holanda, quiere dar ejemplo. Su gobierno, presidido por el liberal Mark Rutte, ha decidido prohibir circular a más de 100 por horas en todas sus carreteras. Una medida efectiva pero con muchos matices que nos revela Carlos Morales, profesor de Ingeniera de ICAÍ y coordinador del master en Medio Ambiente y Gestión Inteligente de la Energía.
Nueva Delhi, la capital de India, sufre estos días los mayores índices de contaminación del aire de todo el año. Difícil respirar sin máscara cuando las partículas más nocivas se multiplican por veinte, el límite de riesgo marcado por la Organización Mundial de la Salud.
"Tenemos además una sensación de ardor en los ojos, como si alguien hubiese puesto algo muy frío" dice Bairon Singh, que trabaja en el aeropuerto internacional en el que hoy se han cancelado y retrasado una treintena de vuelos por poca visibilidad. Cerradas también las escuelas, en principio, hasta este martes, y paralizados las trabajos de construcción.
El Gobierno ha restringido los vehículos privados por las carreteras. Una medida con la que esperan reducir en más de un millón los coches que circulan y con ello las emisiones de CO2. La iniciativa no es no muy popular en Delhi porque consideran que la mala calidad del aire se debe sobre todo a la masiva quema de rastrojos en provincias vecinas
La capital india es una de las ciudades más contaminadas del mundo y la mala calidad del aire es una constante todos los años de octubre a febrero. Pero este lunes está bajo una emergencia de salud pública. Las autoridades recomiendan no salir a la calle a las personas con enfermedades cardíacas y pulmonares.
Los arquitectos Ana Montalbán, de la Red Ciudades que Caminan, y Marcos Montes, de la Asociación A pie, nos ofrecen sus visiones de los procesos de peatonalización en las ciudades.
Las peatonalizaciones de las ciudades han ido en aumento con el cambio de siglo. Un ejemplo es Segovia. En 1992 el ayuntamiento decide cortar el tráfico bajo los arcos del acueducto debido a los ruidos, vibraciones y contaminación de los vehículos. Las restricciones del tráfico en las ciudades son en general bien acogidas por la población aunque siempre van acompañadas de polémica, como sucede ahora con Madrid Central.
Las peatonalizaciones de las ciudades han ido en aumento con el cambio de siglo. Un ejemplo es Segovia. En 1992 el ayuntamiento decide cortar el tráfico bajo los arcos del acueducto debido a los ruidos, vibraciones y contaminación de los vehículos. Las restricciones del tráfico en las ciudades son en general bien acogidas por la población aunque siempre van acompañadas de polémica, como sucede ahora con Madrid Central.
En Alemania, este lunes ha arrancado el primer juicio por una demanda colectiva contra Volkswagen. Medio millón de usuarios exigen al fabricante compensaciones por la manipulación de motores diésel que salió a la luz en 2015