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Corea del Sur ha lanzado decenas de salvas con fuego real junto a la isla de Yeonpyeong, donde en noviembre murieron cuatro personas por disparos de Corea del Norte, unas maniobras que han elevado aún más la tensión en la zona.

Mientras, el Consejo de Seguridad de la ONU se ha reunido para tratar el conflicto aunque ha constatado "grandes diferencias" sobre esta crisis, algo que haya supuesto un impedimento para alcanzar un acuerdo.

  • El gobernador de Nuevo México ha iniciado una visita privada a la zona
  • Richardson dice que nunca había visto una crisis tan seria entre países vecinos
  • La tensión se disparó a raíz del ataque  norcoreano a una isla surcoreana
  • Corea del Sur ha respondido a ese ataque organizando 3  ejercicios militares

Revelan que el gobierno de Pekín defiende una Corea unificada bajo mando de Seúl, aunque siempre han sido más afines a Corea del Norte. La revelación llega en un momento de máxima tensión entre las dos Coreas, tras el bombardeo de hace una semana.

Los ministros de Exteriores de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur se reunirán el próximo 6 de diciembre para analizar la crisis del mar Amarillo. Estudiarán la propuesta de China de convocar una cumbre a la que se invitaría a Corea del Norte, que ha desplegado sus misiles en respuesta a las maniobras conjuntas de su vecino del sur y los nortemaricanos. Corea del Sur ha advertido a Corea del Norte de que "pagará" futuras provocaciones. En un discurso televisado, el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, ha condenado con crudeza el ataque norcoreano que el día 23 mató a cuatro personas en la isla de Yeonpyeong y, por primera vez, se ha disculpado por la reacción del Gobierno, tachada de blanda y tardía. "Ha llegado el momento de que demostremos nuestra determinación con acciones en lugar de con demasiadas palabras", ha dicho Lee, que ha recordado que Seúl cuenta con el apoyo de la mayor parte de la comunidad internacional.

El Gobierno de Seúl ha enviado más munición a la isla bombardeada el martes y su presidente afirma que el régimen de Kim Jong Il "tendrá que pagar" por las cuatro muertes del último ataque. Corea del Norte, por su parte, apunta con sus misiles a las costas enemigas.

Las alarmas han sonado muy temprano en Corea solo unas horas después de que comenzaran las maniobras militares entre Estados Unidos y Corea del Sur. La diplomacia china trabaja a marchas forzadas para intentar desactivar la tensión que se vive en el mar Amarillo, donde ya han comenzado las maniobras militares entre EE.UU y Corea del Sur. Como respuesta a esta operación, Corea del Norte ha desplegado sus misiles terrestres apuntando hacia la zona.