La pandemia y el auge de los pagos con tarjeta están terminando con la tradición de la propina. La hostelería, uno de los sectores más tocados por la crisis, busca soluciones para no renunciar a ese importante extra, que incrementaba los sueldos de muchos trabajadores. La norma no escrita es dejar una propina de entre el 5 y el 10% de la cuenta en restaurantes, y el redondeo en bares y taxis. Para ponerlo fácil, las plataformas de taxi o mensajería ya utilizaban la propina virtual y ahora también los hosteleros. Eso sí, estos métodos implican más transparencia, ya que a diferencia de las propinas en metálico, queda constancia también para Hacienda.
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