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El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, se ha esforzado este miércoles por ofrecer un mensaje de esperanza a los británicos tras tres años y medio de "necesarios" recortes durante su esperado discurso de clausura del Partido Conservador, el penúltimo antes de las elecciones de 2015. Además, Cameron ha prometido negociar con Bruselas la repatriación de competencias y celebrar un referéndum sobre la permanencia en la UE antes de 2017. El congreso partido conservador y su líder han afrontado este congreso en un momento delicado y con David Cameron cuestionado por los sectores más euroescépticos de su formación. Las encuestas no le son propicias y son muchos los retos a los que se enfrentan de aquí a las elecciones europeas y las generales de 2015.

El partido conservador afronta su congreso en un momento delicado y con David Cameron cuestionado por los sectores más euroescépticos de su formación. Las encuestas no le son propicias y son muchos los retos a los que se enfrentan Cameron y los suyos de aquí a las elecciones europeas y las generales de 2015.

Manu Tuilagi, un jugador de rugby del equipo de los Leones se ha disculpado con el primer ministro británico, David Cameron, por ponerle "cuernos" -también llamados 'orejillas de conejo'- cuando estaban siendo fotografiados durante una visita a Downing Street. La instantánea fue tomada el lunes ante la puerta de la residencia oficial, donde el primer ministro recibió a los jugadores del equipo de los Leones -formado por las selecciones de rugby de Gran Bretaña e Irlanda- con motivo de su exitosa gira por Australia.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se mostró "seguro" este viernes de que el conflicto diplomático, pesquero y fronterizo que existe actualmente con Gibraltar, tras el lanzamiento de 70 bloques de hormigón en la bahía de Algeciras, "terminará bien para todos".

Rajoy hizo estas declaraciones en San Petersburgo, donde compareció en rueda de prensa al término de la cumbre del G-20 que han celebrado allí los líderes de los principales países del mundo y donde dijo haber tenido la oportunidad de hablar en dos ocasiones sobre Gibraltar con el primer ministro de Reino Unido, David Cameron.

El conflicto con Gibraltar será abordado este viernes por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el primer ministro británico, David Cameron. Ambos mandatarios coinciden en la reunión del g-20 en San Petersburgo. El Gobierno español subraya que la polémica actual no tiene nada que ver con la soberanía del Peñón, una cuestión de largo recorrido, sino con el lanzamiento de los bloques de hormigón al mar para impedir que puedan faenar los pesqueros españoles.

  • El primer ministro británico ha recibido a Picardo en Downing Street
  • El ministro principal gibraltareño finaliza así su visita de cuatro días a Londres
  • Tenía como objetivo tratar lo que considera "inaceptables retrasos" en la Verja
  • Cameron ha recalcado que la población gibraltareña le "importa profundamente"

Según el diario The Guardian 39 parlamentarios birtánicos votaron en contra de la moción del Gobierno británico de dar una respuesta militar, ¿legal y proporcionada al régimen sirio por usar armas químicas¿.

Se esperaba que, aunque ajustada, la moción de Cameron obtuviera la confianza de la sala pero no fue así. Y ha terminado siendo la segunda vez este año en que Cameron, muy cuestionado por los Tory más conservadores, es desairado por su partido.

Esto ha hecho que el gobierno empiece a cuestionarse el papel del Reino Unido en el mundo. De hecho, el ministro de Defensa ha declarado este viernes a la BBC que habrá que hacer un examen de conciencia nacional acerca sobre si el Reino Unido quiere tomar parte en la defensa del sistema internacional.

Fue un largo y bronco debate sobre el que planeó la sombra de la invasión de Irak, que aún divide a la sociedad británica. Cameron tuvo que afrontar incluso la oposición de un sector de sus propios diputados conservadores.

"Me queda claro que el Parlamento no quiere ver al ejército británico en acción y actuaré en consecuencia". Es el mensaje del primer ministro británico tras el rechazo del Parlamento a una posible intervención en Siria. David Cameron ha dicho que aún no ha hablado con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre esta decisión pero confía en que entienda la resolución de su Parlamento

El primer ministro británico, David Cameron, se ha esforzado en el Parlamento británico en diferenciar esta eventual intervención de la que se llevó a cabo en Irak hace diez años.

El primer ministro británico, David Cameron, ha dicho en el Parlamento que una intervención militar en Siria no supondría, a diferencia de Irak, "una invasión, ni tomar partido", sino una respuesta al "horrendo" uso de armas químicas.

A su llegada anticipada de las vacaciones, los periodistas han preguntado a David Cameron por Siria pero no les ha contestado. Tengo que hablar con mi colega británico, decía Putin. Rusia, Irán y China han cerrado filas en torno a su aliado, Damasco. Mientras, en Siria, quienes deben comprobar el uso de armas químicas han vuelto al hotel con las manos vacías. Los inspectores de la ONU han aplazado hasta mañana su misión porque, dicen, necesitan más tiempo para prepararla tras el ataque sufrido a uno de sus coches.