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Timothy Geithner centraba esta mañana todas las miradas a su llegada a la reunión de Breslavia. No en vano es completamente excepcional que el secretario del Tesoro de Estados Unidos participe en una reunión de ministros de Finanzas de la zona euro. A Geithner le hemos visto haciendo un aparte, momentos antes del inicio del encuentro, con Elena Salgado. La vicepresidenta ya había dejado claro a su llegada que, ahora mismo, el foco no está puesto sobre nuestro país. Estados Unidos quiere que Europa afronte con más decisión la crisis de la deuda soberana y los países de la moneda única tratan de acelerar la nueva ayuda a Grecia. "Debemos analizar el desarrollo de los acuerdos alcanzados y el grado de cumplimiento por parte de Grecia de sus compromisos de ajuste", decía el ministro belga de Finanzas.

El alemán Schauble volvía a rechazar los eurobonos y el griego Venizelos insistía en la urgencia de la ayuda: su país está pendiente de recibir 8.000 millones de euros en los próximos días para evitar la suspensión de pagos y de la ratificación de un segundo rescate de 160.000 millones. Los avales que exige Finlandia no son sino otra piedra en el zapato.

En Estados Unidos, la difusión de una larga entrevista con Jacqueline Kennedy ha puesto de manifiesto lo poco que se sabía de los Kennedy a pesar de lo mucho que se ha hablado de ellos. Ha sorprendido especialmente la opinión de la ex primera dama, muy mala por cierto, sobre personajes históricos como Martin Luther King, Indira Gandhi o De Gaulle.

El 15 de septiembre de 2008 el banco estadounidenses Lehman Brothers quebró, marcando así el comienzo de la actual crisis financiera y económica. Al otro lado del Atlántico temen ahora que el problema de la deuda en Europa desencadene una quiebra similar y, sobre todo, les preocupa que, si ocurre, también afecte a Estados Unidos.

El último mal dato económico que ha tenido que afrontar Barak Obama es el del aumento número de pobres en Estados Unidos: 46 millones. Es decir, un 15 % de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, lo que sitúa ese porcentaje entre los más elevados del mundo desarrollado.

Los países pobres al rescate de los ricos. Brasil, Rusia, India y China, las economías emergentes, estudiarán cómo ayudar a las economías desarrolladas durante un encuentro la semana que viene en Washington, de forma paralela a la reunión del Fondo Monetario Internacional. Pero ya hoy China ha advertido de que su apoyo no será incondicional. "Las principales economías de los países desarrollados deberían mantener la seguridad de las inversiones y la estabilidad de los mercados mundiales para dar confianza a los inversores", ha afirmado el primer ministro chino, Wen Jiabao.

El apoyo de los BRIC no es caritativo. A los emergentes les conviene que no caigan las economías que les compran buena parte de su producción. Tampoco a Estados Unidos le interesa, más o menos por las mismas razones, que Europa se hunda. El secretario del Tesoro estadounidense acudirá el viernes a la reunión informal de ministros de Economía de la Unión Europea, un paso sin precedentes porque hasta ahora Timothy Geithner y sus predecesores en el cargo siempre habían declinado la invitación. En ese foro pedirá que se unan esfuerzos para contribuir a la recuperación económica global y continuar con las reformas.

Son imágenes de un espectacular rescate en Utah, Estados Unidos. 12 personas acuden a sacar a un motorista que quedó atrapado debajo del coche con el que colisionó.