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El instituto de Parkland, blanco del tiroteo en el que perdieron la vida 17 personas, ha abierto sus puertas este viernes para que los profesores pudieran recoger sus pertenencias, aunque las clases se reanudarán el martes. "Es un cobarde o, simplemente, se quedó helado ante la extrema presión", ha dicho Trump sobre el policía que no entró para detener la masacre. Entretanto, la principal organización de educadores del país ha rechazado la "terrible idea" del presidente de dotar a los profesores de armas en las escuelas. Por su parte, el gobernador de Florida, Rick Scott, propone destinar a un policía en cada escuela y elevar la edad mínima para comprar rifles de asalto de 18 a 21 años.

El gobernador de Texas decidió este jueves conmutar la pena de muerte para Bart Whitaker 30 minutos antes de que fuera a ser ejecutado. El preso, condenado por idear el asesinato de su familia en 2003 en el que murieron su mujer y su hermano. El gobernador atiende así a la petición del padre de Whitaker, que pidió clemencia para su hijo. En Alabama, Doyle Ham también ha esquivado la pena un preso por no poder aplicarle la inyección letal. Cada vez menos gente apoya la pena capital en un país en el que se ha reducido el número de ejecuciones: en 2016 solo se aplicaron 20.

La investigación sobre el tiroteo en un instituto de Parkland, Florida (EE.UU.), en la que murieron 17 personas, está revelando numerosos fallos de las agencias y fuerzas de seguridad del país. Ahora se ha sabido que el agente de policía que vigilaba el instituto Marjory Stoneman Douglas, donde el joven Nikolas Cruz perpetró la matanza, no entró en el centro para detener al agresor durante el tiroteo.

El agente, Scot Peterson, ayudante del sheriff del condado, ha dimitido antes de afrontar su suspensión tras la investigación.

El vídeo de la cámara de seguridad del centro muestra al policía, uniformado y armado, llegar al edificio donde tuvo lugar el tiroteo tan solo 90 segundos después de los primeros disparos, y esperar allí sin hacer nada durante cuatro minutos. El tiroteo duró unos seis minutos.

Peterson, de 54 años, llevaba una década asignado a la protección del centro.

"Lo que he visto es a un ayudante llegar a la zona oeste del edificio 12, tomar posición y no entrar nunca", ha relatado el sheriff del condado de Broward, Scott Israel. Preguntado por lo que debería haber hecho Peterson, su jefe ha respondido: "Entrar. Enfrentarse al asesino y matarle".

El tiroteo, una de las peores matanzas en una escuela estadounidense, ha revivido en Estados Unidos el debate nacional sobre el control de armas. El presidente, Donald Trump, ha sugerido que una manera de combatir este tipo de violencia es armas a los profesores. "Saldría más barato que los guardias", ha argumentado Trump al defender esta propuesta, planteada anteriormente por la Asociación Nacional del Rifle, el lobby de las armas en el país.

El presidente de Estados Unidos ha asegurado que reforzar la seguridad en las escuelas es la máxima prioridad de la administración y ha sugerido que algunos profesores deberían disponer de armas ocultas para responder en caso de un tiroteo. Donald Trump ha lanzado este mensaje mientras recibía en la Casa Blanca a una veintena de personas afectadas por tiroteos, entre ellos supervivientes del ataque en el instituto de Florida en el que fueron asesinadas 17 personas. Entretanto, miles de jóvenes se han manifestado frente al Capitolio, en Washington, para exigir un mayor control de las armas.

Un hombre se suicidó la noche del miércoles en Montenegro después de lanzar un artefacto explosivo al interior de la la embajada estadounidense en la capital, Podgorica. En un primer momento, la sede diplomática estadounidense pidió a los ciudadanos evitar la zona, y ahora trabaja con las autoridades locales para averiguar la identidad del atacante y la motivación de su conducta.