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  • La medida está condicionada a que Turquía cumpla con algunos requerimientos
  • Antes de junio Ankara deberá reajustar la lucha contra la corrupción y el terrorismo
  • Las decisiones pertenecen al acuerdo de refugiados firmado en marzo
  • Los turcos no podrán entrar sin un pasaporte biométrico

Mientras, la policía ha desalojado a grupos de jóvenes que protestaban frente al edificio del Parlamento. Durante todo el día ha habido concentraciones y manifestaciones de sindicatos y estudiantes. No será fácil el recorrido parlamentario del proyecto más impopular de esta legislatura en Francia porque la reforma laboral genera enorme rechazo fuera y dentro de la Asamblea Nacional. Además, el Partido Socialista necesitará 40 votos más para sacarlo adelante, asumiendo que una veintena de sus propios diputados votará en contra. La Ministra de Trabajo, quien se ha reivindicado como mujer de izquierdas fiel a sus convicciones, ha defendido las bondades del proyecto, y ha lamentado que se hayan hecho de él caricaturas. El Frente de Izquierdas ha pedido la suspensión de la sesión y un grupo de diputados ha presentado su propio texto reclamando el tiempo libre como derecho y la jornada laboral compartida. Para la derecha, las concesiones del Gobierno tras la presión de la calle han descafeinado demasiado la propuesta original.

Sólo seis días después de que los bombardeos destruyeran este hospital de la zona rebelde de Alepo y mataran a su último pediatra, al que vemos con pijama verde, las bombas han caído sobre otro hospital. Esta vez en la zona controlada por el gobierno. Ha vuelto a morir gente y hay decenas de heridos, la mayoría mujeres y niños. Desde hace seis días la diplomacia ha elevado el tono en sus palabras y se ha movido más. Kerry ayer en Ginebra. Hoy en Moscú el mediador de la ONU con Lavrov. Y para mañana ya anuncian un encuentro en Berlín entre representantes de Francia, Alemania, Naciones Unidas y la oposición siria.

  • Los ataques a la libertad de prensa se suceden, cada semana, en Turquía
  • Este jueves, dos periodistas han sido condenados a dos años de cárcel
  • Hay cerca de 2.000 procesos abiertos contra periodistas o internautas

Los dirigentes europeos afrontan un dilema sobre el que ya han tomado posición. La gestión de la crisis de los refugiados pasa por la colaboración con Turquía, uno de los principales receptores y punto de paso de los que se dirigen a Europa. Pero los acuerdos no solo deben ser operativos, sino que la calidad de los actores debe estar acorde al baremo ético de la Unión.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se ha convertido por tanto en un colaborador imprescindible para Europa, pero cuya política de censura a la prensa choca con los valores de libertad de expresión reconocidos en el ámbito europeo. Cuenta además, el interés particular de la potente Alemania, ahogada por la presión migratoria. Angela Merkel, enfrentada, incluso, a sus ministros de Justicia y Exteriores, ha desempolvado un anacrónico delito por "injurias a un mandatario extranjero" para procesar a Jan Böhmermann, un presentador de la televisión alemana que, de cuando en cuando, se burla del "califa" turco. Ebrú Umar, una columnista holandesa de origen turco que estaba en su casa de Kusadasi, tuvo que salir de madrugada. Detenida.

En la ciudad alemana de Sututtgart centenares de activistas de izquierdas han sido arrestados después de enfrentarse con la policía a las puertas del centro donde se celebra el Congreso del partido populista de derechas Alternativa para Alemania. Muchos de los manifestantes iban encapuchados y portaban barras de hierro, por lo que fueron detenidos. Más de mil agentes custodian el recinto donde este fin de semana acudirán 2.000 delegados de este partido xenófobo. Se espera un pulso interno entre el ala más radical, abiertamente islamófoba y el ala más moderada. Alternativa para Alemania está en pleno auge, gracias al voto de castigo que han recibido los partidos tradicionales por la crisis de los refugiados.

Novedades en el caso Madeleine McCann, la niña británica que desapareció hace ya casi nueve años en el Algarve portugués. La policía del Reino Unido cree ahora que Madeleine pudo haber sido secuestrada por una banda de ladrones, de nacionalidad portuguesa. Ya fueron interrogados en su día, pero en aquel momento cerraron esta línea de investigación.