Según los expertos el 9% de los progenitores sufren violencia física por parte de sus hijos y casi el 40% ha sufrido en alguna ocasión violencia verbal o psicológica.
Falta de límites, de comunicación, disparidad de criterios entre los progenitores o una mala distribución de roles, son algunas de las causas de una violencia agravada en muchos casos por el consumo de drogas.