El pase a semifinales del Mundial de Qatar de la selección de Argentina frente a Croacia tuvo algo de justicia poética para aquellos que ven en los centroeuropeos un conjunto rocoso y de poco fútbol. La albiceleste sorprendió en la primera parte a los croatas con sus propias armas.
Nada más comenzar el partido, Argentina cedió la iniciativa a Croacia, algo insospechado en toda la previa y a la vista de lo visto en el campeonato. Los croatas llegaron a acumular una posesión superior al 55% y se asomaron al balcón del área albiceleste con algo de peligro, si bien es cierto que no llegaron a poner a prueba a Emiliano 'El Dibu' Martínez.
En la segunda parte Argentina remató la faena con una jugada de genio de Leo Messi, pero el mal estaba hecho de antes. Croacia tiene un centro del campo descomunal a la hora de recuperar y retener con Brozovic, Kovacic y Modric. El segundo de ellos fue el que más pases completó en todo el partido con 88.
Pero solo Modric, su capitán, tiene el talento suficiente para improvisar y crear fútbol de la nada. Volvió a liderar las rupturas de línea con 31 de 35 intentos, pero no lograba conectar con sus compañeros de ataque. Si se añade que tampoco fue su día, apaga y vámonos, Croacia.
