Cerca de 300 personas han muerto en Turquía a raíz del fallido golpe de Estado del viernes. Hay además 1.400 heridos y más de 6 mil detenidos. En Estados Unidos y Europa temen que el presidente Erdogan esté utilizando los efectos del golpe para hacer una limpieza militar, policial y judicial.
Los que volaban durante el golpe de Estado eran desviados de su destino sin explicaciones. Tras el miedo y la incertidumbre llegan las pancartas y los reencuentros.
En las puertas de su mansión en Pensilvania el líder religioso acusado por el Gobierno turco de instigar el golpe de Estado ofrece a los medios de comunicación su primera entrevista en mucho tiempo para rechazar el levantamiento y apoyar la democracia en Turquía.
Turquía intenta recuperar la normalidad casi dos después de la intentona del golpe de Estado. Rodeado por los ex primeros ministros, Tayyip Erdogan, ha asistido al multitudinario funeral por las víctimas del fallido golpe de Estado. Muchos acusan al mandatario turco de intentar acelerar el rumbo político y le piden que no aproveche la ocasión para hacer una purga en los ámbitos militares, políticos y judiciales.
El Gobierno de Erdogan ha acusado directamente al clérigo Fethullah Gülen, antiguo aliado y ahora rival del AKP de haber impulsado el golpe militar desde su exilio en Estados Unidos. Sin embargo, éste lo niega y afirma que "a través de las intervenciones militares no se puede lograr la democracia".
Las calles del país recuperan la normalidad tras el intento de golpe de Estado y a lo largo del sábado los manifestantes han vuelto a llenar calles y plazas del país, especialmente de Estambul y de Ankara, a petición del presidente, Recep Tayyip Erdogan.
Los principales partidos turcos han condenado en un manifiesto conjunto el golpe de Estado. Ha sido en Ankara, en una sesión extraordinaria del parlamento.
Las autoridades de Turquíahan iniciado este sábado una purga de los estamentos militar y judicial, deteniendo a miles de supuestos implicados en el golpe de Estado que este viernes puso contra las cuerdas al Gobierno democrático del país y al presidenteRecep Tayyip Erdogan, que ha vuelto a pedir a sus seguidores que salgan de sus casas para "defender su democracia", lo que ha llevado a miles de personas de nuevo a las calles para celebrar el fracaso de la intentona golpista.
El afán islamizador del presidente, Recep Tayyip Erdogan, y la progresiva acumulación de poder en su persona han chocado con una facción del Ejército turco, a lo que se ha unido la proliferación de atentados, que han incrementado la sensación de inseguridad.
Tras una noche de mucha confusión y tiroteos, el primer ministro turco anuncia que el levantamiento ha terminado. Desde que comenzó el golpe al menos han muerto 161 personas.
La história de Turquía está marcada por el poder de su ejército desde que nació como país moderno en 1923. Y en este casi siglo de existencia los militares se han levantado en cinco ocasiones y han intervenido en la política haciendo advertencias o amenazando a los gobiernos de turno porque se consideran garantes de la democracia.
El presidente Recep Tayyip Erdogan es el hombre más poderoso de Turquía. Ejerció como primer ministro turco entre marzo de 2003 y agosto de 2014, y anteriormente como alcalde de Estambul entre 1994 y 1998. En 1998 se le prohibió tomar cualquier puesto en la administración pública y fue sentenciado a diez meses en la cárcel por haber leído un poema de tipo intolerancia religiosa. Con el abandono a la política abiertamente islamista, fundó el Partido de la Justicia y el Desarrollo en 2001, ganador de las elecciones de 2002.