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Más de la mitad de los miembros de Syriza han firmado un manifiesto en contra de las exigencias de Bruselas. Dan la espalda al primer ministro Tsipras, que llegó al gobierno con la promesa de acabar con la austeridad y que hoy defiende los recortes y las reformas.

Tsipras ha reunido a sus 149 diputados antes de comenzar el debate y les ha pedido su apoyo.

Miles de funcionarios y empleados públicos, entre profesores, personal sanitario y de las administraciones se han manifestado en el centro de la capital griega en una jornada de huelga en el sector público del país.

Los ojos de Europa miran hoy al Parlamento Griego. Tsipras defiende todo lo que rechazaba cuando llegó al poder. Quien prometió hace seis meses acabar con las medidas de austeridad respalda ahora los recortes y la subida de impuestos. 

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado que, pese a que en España no es obligatorio hacerlo, él someterá a debate y votación en el Congreso el acuerdo para el nuevo rescate solicitado por Grecia a sus socios europeos por el importante volumen de recursos que supone. Rajoy ha avanzado esta intención en su comparecencia ante el pleno del Congreso para informar de las conclusiones del último Consejo Europeo y en la que ha reiterado el total apoyo de España a ese tercer rescate siempre que el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, se comprometa a cumplir sus compromisos.

El tercer rescate no es inmediato. Habrá que esperar y mientras Grecia tiene que seguir pagando deudas. El día 20, por ejemplo, tiene que devolver tres mil millones al Banco Central Europeo. Por eso el Ecofín ha estudiado fórmulas para ayudar a Grecia hasta que le llegue el dinero.

Los sindicatos de funcionarios griegos han convocado para este miércoles una huelga de 24 horas. Es la primera de la legislatura de Syriza. Unos 640.000 funcionarios y empleados públicos están llamados a protestar contra las medidas acordadas entre los socios europeos y Tsipras porque, dicen, debilitarán el sector público. 

En Grecia, en 24 horas el Parlamento debe aprobar las reformas exigidas por Bruselas para el tercer rescate y el primer ministro Tsipras se esfuerza para convencer a los críticos de su grupo, Syriza, que se encuentra al borde de la escisión.

 Grecia, lo más difícil para AlexisTsipras viene ahora. El primer ministro tiene que convencer a su grupo parlamentario, Syriza, cada vez más fracturado, ante la votación este miércoles de las primeras medidas de ajuste, la reforma de las pensiones y la subida del IVA. Una treintena de parlamentarios ya han anticipado que votarán no, por lo que Tsipras deberá buscar nuevos apoyos entre la oposición en lo que podría ser un primer paso hacia un nuevo Gobierno de coalición (14/07/15).