El periódico The New York Times ha publicado una información en la que asegura que a la ONU le consta que Bassar Al Assad está utilizando armas químicas sobre la población civil, armas químicas que le suministraría Corea del Norte. A cambio, el régimen sirio financia el armamento nuclear del régimen de Kim Jong-un.
El primer intervalo de pausa humanitaria, anunciada el lunes por Rusia, ha terminado este martes en Guta Oriental, el principal feudo opositor de las afueras de Damasco, con un fallecido -un niño- por fuego de la artillería gubernamental y 16 heridos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Esta primera pausa se desarrolló entre las 09.00 y las 14.00 hora local (08.00 y 13.00 hora española) y se espera que se reanude el miércoles con la misma duración.
A lo largo de estas primeras cinco horas de tregua, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha documentado el fallecimiento de un menor por el disparo de cohetes por las fuerzas gubernamentales sirias contra la localidad de Yisrín, en esa región. Además, aviones de guerra no identificados bombardearon Harasta, Zamalka, Duma, Hush al Duahra, Arbín, Kafr Batna, Al Iftirís y Mesraba, que fue también blanco de la artillería gubernamental, mientras que dos helicópteros de las tropas leales al Gobierno arrojaron dos barriles de explosivos contra Al Shifunía. La ONU ha anunciado que ha recibido informes sobre explosiones en Guta Oriental: "Los enfrentamientos continúan esta mañana, es la información que hemos recibido", declaró a la prensa en Ginebra el portavoz de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU, Jens Laerke.
Las autoridades sirias han habilitado un corredor humanitario para facilitar la salida de los civiles que deseen abandonar Guta Oriental. Sin embargo, según la televisión oficial siria, "grupos terroristas" arrojaron cohetes para evitar la marcha de los civiles de la región.
El ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, ha afirmado este martes que la pausa humanitaria es "un avance real y da crédito a la iniciativa rusa", dijo Le Drian en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, al término de sus conversaciones.
El primer intervalo de pausa humanitaria, anunciada el lunes por Rusia, ha terminado este martes en Guta Oriental, el principal feudo opositor de las afueras de Damasco, con un fallecido -un niño- por fuego de la artillería gubernamental y 16 heridos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Esta primera pausa se desarrolló entre las 09.00 y las 14.00 hora local (08.00 y 13.00 hora española) y se espera que se reanude el miércoles con la misma duración. A lo largo de estas primeras cinco horas de tregua, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha documentado el fallecimiento de un menor por el disparo de cohetes por las fuerzas gubernamentales sirias contra la localidad de Yisrín, en esa región. Además, aviones de guerra no identificados bombardearon Harasta, Zamalka, Duma, Hush al Duahra, Arbín, Kafr Batna, Al Iftirís y Mesraba, que fue también blanco de la artillería gubernamental, mientras que dos helicópteros de las tropas leales al Gobierno arrojaron dos barriles de explosivos contra Al Shifunía.
La ONU ha anunciado que ha recibido informes sobre explosiones en Guta Oriental: "Los enfrentamientos continúan esta mañana, es la información que hemos recibido", declaró a la prensa en Ginebra el portavoz de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU, Jens Laerke.
Cada día, desde hace nueve que empezó la ofensiva militar sobre Guta Oriental (Siria), llegan decenas de heridos a los hospitales. Los pocos centros que han resistido la furia aérea están saturados, faltan quirófanos y medicamentos. La mayoría de los más de 500 muertos en Guta son civiles y un centenar de ellos, menores.
Las organizaciones humanitarias en Siria denuncian que los bombardeos se han reanudado esta domingo por la mañana en Guta Oriental, a pesar de la tregua aprobada por unanimidad el sábado en la ONU. El efecto del alto el fuego -cuya fecha de inicio se desconoce-, en la zona está en cuestión por el escepticismo de Rusia e Irán. Esta semana han muerto más de 500 personas por los ataques aéreos en el feudo rebelde en las afueras de Damasco.
El Consejo de Seguridad de la ONU volverá a reunirse este viernes para intentar detener una nueva matanza en Guta Oriental, uno de los pocos enclaves rebeldes que quedan en Siria. Solo esta semana han perdido la vida 400 personas, nueve este viernes, lo que ha llevado a la organización a poner el grito en el cielo y a exigir que permitan la entrada de ayuda humanitaria en la región para atender a las víctimas. Rusia, que tiene poder de veto, frenó el jueves una resolución para un alto el fuego durante 30 días porque, según Moscú, no hay garantías de que se cumpla.
Hoy dedicamos nuestro programa a Siria y a la realidad que vive el país con varios frentes abiertos. Nuestra enviada especial, Cristina Sánchez, ha entrado en la ciudad de Raqqa, liberada el pasado mes de octubre de las manos del Daesh, que mantuvo allí la capital de su pretendido 'califato'. Asistimos a los lugares en los que los terroristas cometieron enormes atrocidades, y recorremos las calles de una ciudad completamente destruída. No nos olvidamos de Ghoutta oriental y de los bombardeos que el régimen de Bachar al Assad lanzan sin cesar. Escuchamos a uno de los médicos que intentan salvar a los heridos. Un contexto de guerra con influencias exteriores que abordamos con la politólogo iraní Nazanin Armanian.