Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Si hay que elegir un nombre y una imagen de Estados Unidos en 2024 es la de Trump celebrando su victoria electoral. Los republicanos se han hecho también con la mayoría en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, en el Senado y controlan el Tribunal Supremo. Trump se imponía así a una candidata improvisada, una Kamala Harris que apenas tuvo 100 días para hacer campaña, después de la renuncia de Joe Biden a la carrera electoral. El traspaso fue rápido, sin primarias, y el Partido Demócrata eligió por primera vez a una mujer negra como candidata a presidenta. A partir del 20 de enero de 2025, volverá a la Casa Blanca un Donald Trump que ha sufrido dos intentos de asesinato y que se ha convertido este año en un delincuente convicto, declarado culpable de 34 cargos. Informa la corresponsal de RNE, María Carou.

Lleva cinco décadas cubriendo guerras y su olfato le dice que Israel acabará atacando Irán. El autor de La caída de Bagdad y ahora He decidido declararme marxista, Jon Lee Anderson, señala que el Gobierno de Tel Aviv concibe que Irán es el cerebro, mientras que Hamás, Hizbulá y los hutíes son los dedos de la mano. "Una vez que cercenan los dedos de la mano van a por la cabeza", insiste.

Lo ha visto y contado casi todo en sus obras, y le preocupa el binomio que forman Trump y Musk. "Los autoritarios, los trumpianos han logrado un poder nuevo, el poder hasta de poder cuestionar la existencia o la preservación de la democracia. Ya se pueden jactar de su despotismo porque significan el éxito", alega. En su último reportaje, analiza el fenómeno del presidente Javier Milei en Argentina y "sus consignas muy fáciles de recordar, como la motosierra o viva la libertad, carajo o yo soy el león y tú también. O sea, como hinchas de fútbol".

Elon Musk no estaba físicamente en el Capitolio, pero sí estaba muy presente. El hombre más rico del planeta había llevado a la Cámara de Representantes y a todo el país, a una situación límite. Se ha hecho más evidente que nunca su influencia sobre el presidente Donald Trump, con quien ya se sabe, forma una dupla inseparable.

Empezamos por el principio:toca aprobar en el Congreso los presupuestos federales, necesario para financiar los servicios y ayudas que dependen del Gobierno y los salarios de sus trabajadores. Republicanos y demócratas habían cerrado un acuerdo, pero hace unos días, Elon Musk empieza a criticarlo con un aluvión de mensajes en X, su red social. Trump se pone de su parte y los congresistas republicanos rompen el pacto.

El presidente electo añade una exigencia: quiere que se suspenda el techo de gasto hasta 2027. Aunque Trump tiene el objetivo de recortar el gasto público -y precisamente ha encargado a Musk esta tarea-, necesita suspender el techo de gasto para cumplir su gran promesa electoral: la costosa deportación masiva de inmigrantes... o para poder bajar impuestos. Los demócratas no ceden.

Al final, in extremis y al tercer intento, han aprobado una financiación provisional, para seguir funcionando durante los próximos tres meses. ¿Qué hubiera pasado sin acuerdo? 875.000 trabajadores federales hubieran dejado de trabajar y 14 millones, los considerados esenciales, hubieran trabajado sin cobrar su sueldo. El acuerdo salva los muebles y le permite a Trump que la votación definitiva se aplace hasta marzo, cuando los republicanos controlarán las dos cámaras del Congreso.

Foto: AFP

Se acerca la fecha de su investidura y Trump no se libra del veredicto que pesa contra él en la corte de Nueva York. Acaba de perder una de sus principales escapatorias, y si nada cambia, será el primer presidente convicto de Estados Unidos. El juez Merchan concluye que no tiene inmunidad presidencial en este caso, pese a que el Tribunal Supremo dictaminó hace meses que los expresidentes no pueden ser procesados por sus actos oficiales en el cargo. Sin embargo, el magistrado considera que las falsificaciones contables de Trump para encubrir escándalos sexuales en las elecciones de 2016, no eran actos oficiales.

Poco antes de este revés judicial, Trump celebró su primera rueda de prensa desde las elecciones. Insistió en que su plan arancelario les hará ricos. Sobre Ucrania, considera estúpido que Biden autorizara el uso de misiles de largo alcance contra Rusia a las puertas de su presidencia y apunta a que podría revertirlo.

De gran detractor, a máximo defensor del bitcoin. Donald Trump promete un espaldarazo sin precedentes a esta criptomoneda al anunciar la creación de una reserva estratégica de bitcoin en sus primeros 100 días de gobierno. Su plan: comprar un millón de unidades en los próximos 5 años y convertir a Estados Unidos en el mayor propietario de bitcoins del mundo.

Para comprar criptomonedas, Trump se plantea incluso vender el oro de la Reserva Federal. Lingotes y certificados de propiedad de ese metal precioso, almacenados durante décadas, y que valen más de 600 millones de dólares en el mercado actual. En los últimos meses, los denominados bitcoiners, aquellos que poseen y especulan con bitcoin, se han convertido en un lobby dentro de Estados Unidos clave para el cambio de opinión de Trump. Asimismo, en el nuevo equipo de Trump hay gente como David Sacks, conocido como el zar de las criptomonedas.

Nos ha presentado a Daniel, cuyo padre fue esclavo y que sueña con el día en que no importe el color de la piel. También conocimos a Cristina: su hijo murió con 28 años por una sobredosis de heroína y fentanilo; y nos llevó a la frontera con México, donde Tim lidera una patrulla de voluntarios armados para cortar el paso a los migrantes. Son solo tres de las miles de historias que esconde un país enorme como Estados Unidos. A la periodista de TVE Cristina Olea se le hacía corto el minuto y poco de una crónica del Telediario y decidió contarlas con más calma y detalle en su libro 'La gran fractura americana'.

Foto: TVE