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A última hora de la tarde, Israel ha ejecutado el mayor bombardeo sobre la capital, Beirut, en un ataque contra la sede de Hizbulá que ha derribado seis edificios residenciales. En 24 horas de RNE, Manuel Morato, coronel de artillería retirado y presidente del Instituto de Defensa y Análisis de Políticas de Seguridad ha analizado este ataque: "Desde el punto de vista técnico, el bombardeo fue eficaz y sobre el lugar que se pretendía. Lo cual no quiere decir que lamentablemente no haya daños colaterales".

"La incursión terrestre es peligrosa para las fuerzas atacantes. Acabar con los túneles que ha construido durante tantos años Hizbulá no es nada fácil. Esto es peor que lo de Gaza", ha explicado el coronel de artillería retirado.

También hemos contado con el hermano Guillermo Moreno, misionero de la Asociación Fratelli que se encuentra al sur de Beirut: "Las familias están todo el tiempo en casa, encerrados y oyendo bombas. También han recogido a otros familiares o a otros desplazados". Del mismo modo, nos ha contado como algunos de los refugiados huyen del país: "Algunos de los refugiados sirios sí que quieren volver a su país, alguno sí que puede. Otros no porque son de pueblos que están en la lista negra del Gobierno de Siria". Escucha la entrevista completa en RNE Audio.

El doctor Abdul Nasser, libanés que estudió en Cuba, lidia desde hace días con la mayor oleada de pacientes que recuerda. Primero fueron los heridos por las explosiones de los buscas. Llegaron 400 a la vez y con heridas muy graves. Ahora llegan heridos por los bombardeos israelíes. Muchos de ellos sin brazos, sin piernas y heridos de todas las edades. Nasser ya ha decidido trasladarse a vivir al hospital, al menos, mientras dure el conflicto.

Foto: AFP

El conflicto en Oriente Próximo sigue recrudeciéndose. Las bombas israelíes siguen cayendo sobre Líbano y la cifra de víctimas mortales no deja de crecer: ha superado ya las 700, la mayoría de ellas civiles según el Gobierno libanés, que insiste en que muchos de los muertos son mujeres y niños. La intensidad y amplitud de los bombardeos, y ahora también el miedo a una posible invasión terrestre, ha incrementado el éxodo de la población libanesa del sur hacia Beirut.

Francisco José Gan Pampols, teniente General del Ejército de Tierra retirado, cree que la estrategia que está aplicando Israel, de momento, no se parece a la de Gaza porque falta el componente de "acción directa terrestre" y que ahora mismo solo se trata de una campaña aérea contra "una lista de objetivos prefijados que responde a una primera fase". Explica, además, que lo que Israel se propone con estos ataques son tres cosas: "En primer lugar, degradar a Hizbolá todo lo que pueda; en segundo lugar, eliminar selectivamente a sus cuadros de mando, y, en tercer lugar, empujar a Hizbolá al norte del rio Litani".

En cuanto a las palabras de Netanyahu y una posible incursión terrestre en Líbano, Francisco José Gan Pampols considera que las probabilidades de que esto suceda no son altas porque "Israel no tiene todavía en el norte las suficientes fuerzas". Sobre el papel de Irán en este conflicto, insiste en que a Irán "no le interesa una guerra abierta en la zona" y que, por el contrario, podría presionar a Hizbolá para que no aumente su ofensiva: "En caso de una escalada, Israel se verá obligado a escalar sus ataques. Si Israel ataca a Irán, entonces el conflicto se desbordaría regionalmente y estaríamos en otro escenario completamente distinto".

El presidente Pedro Sánchez ve con "pesimismo" la situación en Oriente Próximo. En una comparecencia desde la sede de la Representación Permanente de España en Nueva York para hacer balance de los actos y reuniones que ha protagonizado con motivo de la Semana de Alto Nivel de Naciones Unidas, Sánchez ha explicado que "la muerte de civiles en Líbano y Gaza y la continua ocupación de los territorios de Cisjordania por parte de las fuerzas israelíes y los colonos no invita al optimismo".

Sánchez ha asegurado que el Ejecutivo español va a "cumplir con el mandato que la ciudadanía española quiere: acabar con esta guerra y que haya paz en Oriente Medio, y no una escalada como estamos viendo por parte de personas, líderes políticos, que no quieren la paz y apuestan todo al negro de la guerra".

Foto: Moncloa/Borja Puig de la Bellacasa

En apenas 48 horas, 560 personas han muerto en Líbano y 1800 han resultado heridas por los continuos bombardeos israelíes en el sur y el este del país. En respuesta, Hizbulá ha lanzado, por primera vez, un misil balístico a Tel Aviv, que ha sido interceptado por el ejército y que iba dirigido al Mosad, el servicio de inteligencia isarelí, al que la milicia chií atribuye las explosiones de miles de aparatos de comunicación la semana pasada. 

Medio millón de libaneses han abandonado ya sus hogares. José Abu Tarbush, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de La Laguna, reconoce que "por el número de heridos, muertos y desplazados, se podría hablar ya de una guerra". Cuando está a punto de cumplirse un año del atentado de Hamás que desató la guerra en Gaza, Abu Tarbush considera que la apertura de este nuevo frente es "una huida hacia adelante por parte de Netanyahu", que busca desviar la atención: "Su apuesta de prolongar de manera indefinida la guerra en Gaza y ahora en Líbano tiene más que ver con su supervivencia política y con recuperar su popularidad ante unos futuros comicios", afirma.

Decenas de miles de libaneses han abandonado sus casas huyendo de los ataques israelíes. La ciudad de Sidón ya está colapsada. Han abierto 14 refugios y alojado en ellos 3.000 desplazados, pero no es suficiente. Escapan de escenas como la que se ha vuelto a vivir este martes en Beirut, donde un misil ha destrozado un edificio, que deja al menos seis muertos, entre ellos un comandante de Hizbulá, según el Ejército israelí. 

El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha insistido en que seguirán atacando y ha añadido que la guerra no es con los libaneses, a quienes les ha dicho que se marchen. En total, el Ejército israelí asegura haber alcanzado unos 1.600 objetivos de lo que llaman infraestructura terrorista de Hizbulá. En el Líbano hacen balance de las víctimas: cerca de 600 muertos, entre ellos 50 niños y 94 mujeres, y más de 1.800 heridos, ha asegurado el Ministro de Sanidad que ha insistido en que la mayoría son civiles.

Los bombardeos israelíes se centran en el sur del Líbano y el valle de la Bekaa. Como respuesta, Hizbulá ha atacado la ciudad de Haifa y bases militares a 66 kilómetross de la frontera sin causar víctimas.

La lucha es asimétrica. En el lado libanés, en dos días, las bombas israelíes han matado a más gente que en cualquiera de las muchas jornadas de conflicto con Hizbulá de los últimos 18 años.

Foto: REUTERS/Amr Abdallah Dalsh

El ministerio de Exteriores ha recomendado a los ciudadanos españoles en Líbano, unos 960, que abandonen el país. Un equipo del Telediario ha hablado con algunos de ellos en Beirut, sobre la tensa situación que están viviendo estos días. Entre ellos, un médico de origen libanes que estos días ha atendido a heridos de las últimas explosiones, las de los buscas y los walkie talkies.

Foto: TVE

Por segundo día consecutivo, Israel bombardea el sur del Líbano en los que son ya los ataques más mortíferos en 18 años. El Ejercito de Netanyahu asegura que sigue atacando objetivos de Hizbulá tras la mortífera jornada del lunes, cuando murieron cientos de personas y dos mil resultaron heridas. La milicia libanesa ha lanzado decenas de cohetes hacia el norte de Israel en respuesta a esos ataques, pero la mayoría de sus proyectiles han sido interceptados. 

Foto: EFE/EPA/STR

Escalada en todos los frentes. En el exterior, libanés, donde ya se comienza a hablar de la tercera Guerra de Líbano, después de la invasión del año 1982 y de la gran operación de 2006. Esta es sin precedentes también tanto por el número de víctimas como por la intensidad de los bombardeos. Y en el frente interno, en Gaza y Cisjordania, continuan las operaciones de castigo.