La economía española echa el freno. El Producto Interior Bruto avanzó entre abril y junio dos décimas con respecto al trimestre anterior y siete en el último año. En ambos casos supone un retroceso del 0,1%. El Instituto Nacional de Estadística confirma el dato que ya avanzó hace diez días el Banco de España.
Según el INE, la ralentización de nuestra riqueza se debe al descenso del gasto público, a una limitada inversión de las empresas pero, sobre todo, a un descenso en el consumo de los hogares. La situación del mercado laboral y la caída de las rentas familiares propicia que los españoles intenten guardar y gasten menos.
Por el contrario, el avance económico ha sido posible gracias a la aportación del sector exterior, sobre todo por la minoración de las importaciones. En cuanto a las exportaciones, crecieron a menor ritmo por la crisis en las economías internacionales. Es el caso de Alemania.
Berlín, uno de los principales mercados para la exportación española, anuncia hoy que en el segundo trimestre del año ha crecido una décima, una cifra por debajo de las estimaciones del gobierno alemán.