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La UE parece dispuesta a evitar que la crisis griega se repita ahora en Italia. Para ello la comisión y el FMI pone bajo vigilancia a la política de Berlusconi (04/11/11)

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se resiste a aceptar la supervisión del FMI y la Comisión sobre las cuentas públicas y el plan de ajuste acordado con la Unión Europea en la última cumbre porque sería pòner al país bajo la tutela exterior. Fuentes de su Ejecutivo han matizado a la prensa que estarían dispuestos a aceptar "consejos" de los técnicos de Bruselas y el FMI, pero desmienten un acuerdo en este sentido. Aún así están "preparados para ser aconsejados", mientras que el presidente de la República, Giorgio Napolitano, afirma que Italia vive una "crisis gravísima y sin precedentes".

Italia habría aceptado esta mañana una supervisión estricta del FMI para evaluar las medidas que Berlusconi está proponiendo para solucionar los problemas con las cuentas públicas (04/11/11).

Italia ha aceptado la supervisión del FMI y la Comisión Europea sobre las reformas estructurales a las que se comprometió en la última cumbre europea. Berlusconi se somete al control de estas instituciones para intentar recuperar la confianza de los mercados que desconfían de Italia y siguen castigando su deuda. La Unión Europea intenta atajar la crisis de deuda que afecta especialmente a la tercera economía de la eurozona. El primer ministro italiano deberá reformar las pensiones, el mercado laboral y meter en vereda la deuda pública que supera el 120% del PIB italiano.

Iñaki Díez (corresponsal de RNE en Roma).- El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, tiene un nuevo problema de apoyos en el Parlamento. Dos parlamentarios de su propio partido se han pasado al centro y otros tres al grupo mixto aunque de momento aseguran su fidelidad en el voto.

El próximo martes, esta deserción puede convertirse en nueva crisis de gobierno, porque se vota el balance económico del año pasado, que motivó la última moción de confianza.

Berlusconi someterá las medidas económicas que le pide la Comisión Europea a otra moción, pero en la camara alta, donde conserva la mayoría.

Mientras tanto, los jefes de la oposición de izquierda, Pier Luigi Bersani, y del centro, Pier Ferdinando Casini, se han reunido para intentar ponerse de acuerdo sobre un posible gobierno técnico en caso de que el Ejecutivo caiga.

El presidente del país, Giorgio Napolitano ha consultado con los partidos y está a la expectativa de las próximas votaciones.

El Consejo de Minsitros italiano presenta una enmienda a la ley de estabilidad presentada por Berlusconi. Entre las medidas adoptadas se encuentra la venta de determinados bienes de patrimonio público, medidas sobre transporte local y la liberalización de profesores.

Los jubilados italianos saben que hoy Europa habla de ellos, y algunos se quejan de que el gobierno hace que paguen la crisis los más pobres. Este grupo cree que ya es hora de que Berlusconi se marche. Berlusconi acude a la cumbre con 15 folios donde lleva el acuerdo de su gobierno para reformar las pensiones. Hace tiempo que las portadas italianas hablan de escándalos y de crisis de gobierno.