El precio de la energía al alza por la carestía de gas natural, ha provocado un aumento en las facturas los países europeos. En el caso del Reino Unido, esa crisis se multiplica y afecta ya al bolsillo del ciudadano y a la industria cárnica. Plantas de fertilizantes del norte del país, fundamentales para mantener viva la industria, han tenido que cerrar ante los altos precios del gas natural. En la Unión Europea hay un marco regulador al que cada país se tiene que someter, en los márgenes de esa normativa cada país tiene distintas formas de trasladar algunos gastos a la factura. El Gobierno español ha pedido a la Unión que haga ese marco más flexible para poder hacer frente a una crisis del precio de la energía que afecta a todos. La escasez de Gas Natural ha dejado su sello en toda Europa. Es menor en Francia, donde la energía nuclear está fuera del precio regulado, no entra en el sistema de subastas, y esto le permite mitigar el impacto. Además, los vaivenes repercuten menos en la factura porque hay un precio fijo que se mantiene estable, que solo se revisa cada 6 meses. Alemania, con sus problemas de origen en el mercado eléctrico, revisa las subidas de precios de forma anual. El Gaseoducto Nordstreem 2 ya está terminado, su puesta en funcionamiento puede aliviar la situación, pero hará a Europa dependiente de Rusia. El alza de los precios de la electricidad se ha instalado ya en el debate político italiano, tanto que el Gobierno podría anunciar esta misma semana medidas urgentes para contener los precios.
Con los corresponsales de Radio Nacional Sara Alonso, en Londres; María Carou, Bruselas; Antonio Delgado, París;Gabriel Herrero, Berlín; y Jordi Barcia, Roma.