El juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, uno de los jueces estrella de nuestra democracia, se sentaba en 2012 por primera vez en el banquillo de los acusados por las escuchas de la trama Gürtel. Más adelante lo haría por la Ley de Memoria Histórica.
Once años de inhabilitación por prevaricación fue la condena impuesta por el Tribunal Supremo, por ordenar las escuchas telefónicas de los investigados en la trama.
La caída del juez de la Operación Nécora contra el narcotráfico en Galicia; que ordenó el arresto de Pinochet o que investigó los GAL, es sin duda uno de los acontecimientos que marcarán un antes y un después en la historia de la justicia española.