El rey Felipe VI presidirá este jueves la apertura del año judicial con un CGPJ que lleva ya casi cinco años de interinidad. De hecho, se da la situación inédita de que el presidente del Poder Judicial, Vicente Guilarte, no preside el Tribunal Supremo, que está dirigido por Marín Castán.
El presidente tiene desde hoy 23 vacantes por la jubilación de Fernando Pignatelli (casi un 30% de la plantilla). En el CGPJ hay solo 16 vocales y sus funciones están limitadas.
En el mejor de los casos, con un gobierno constituido antes de finales de año y con voluntad entre los dos grandes partidos para desbloquear la situación, la renovación del CGPJ no sería inmediata sino que llevaría tiempo por los plazos que marca la ley, como aseguran varios vocales del órgano de gobierno de los jueces.
Mientras tanto son ya 83 las vacantes que restan por cubrir en la cúpula judicial del país ante la imposibilidad del CGPJ de hacer nombramientos estando en funciones, 23 de ellas en el Supremo, que lleva tiempo advirtiendo del riesgo de colapso debido a la "insostenible" situación del alto tribunal.
Tras la imputación en Georgia contra el expresidente estadounidense Donald Trump y 18 colaboradores está la fiscal Fani Willis, especializada en casos de delincuencia organizada, muchos la califican de implacable. Trump dice que es una "marxista lunática" y una racista. Willis se define a sí misma demócrata, ambiciosa, adicta al trabajo y alérgica al fracaso. Willis ha llevado importantes casos relacionados con bandas criminales. Como el del rapero Young Thug, al que le imputa hasta 56 cargos con la ley RICO, creada para luchar contra la mafia y el crimen organizado. La fiscal quiere un juicio rápido para el expresidente y los otros 18 acusados. Trump y su equipo pretenden retrasarlo para tratar de sacarle redito electoral de cara a las presidenciales de 2024.
Son todavía muchos los interrogantes del caso Daniel Sancho, el joven español que ha confesado haber matado y descuartizado a un hombre colombiano en Tailandia. Poco a poco, conforme nos acercamos a la realidad judicial y legal de Tailandia, se va adivinando el contexto al que se enfrenta el hijo del actor Rodolfo Sancho. Se prevé una defensa complicada, como nos explica Margarita Iñesta.
Si finalmente Sancho es condenado, se sumará al listado de españoles encerrados en cárceles fuera de nuestro país, que son casi un millar, de los cuales solo 65 están acusados de asesinato u homicidio. El tráfico de drogas es la principal causa de detención de españoles en el extranjero, son el 55% de los casos. Algunos, como Pablo Ibar, condenado a muerte durante 16 años, han conseguido conmutar sus penas capitales por cadenas perpetuas. En Tailandia, el caso más parecido al de Daniel Sancho es el de Artur Segarra, condenado a muerte en 2017 acusado de secuestrar, torturar, asfixiar y descuartizar a David Bernat. El rey de Tailandia conmutó su pena por cadena perpetua en 2020.
Hablamos con Javier Casado, director de Fundación +34, asociación que asesora y garantiza que se respeten los derechos fundamentales de los españoles que cumplen condena fuera de España. ¿Cómo son las condiciones en las cárceles tailandesas? "No deja de ser muy diferente a lo que puede ser una cárcel latinoamericana... Con la diferencia del idioma, la alta temperatura y la humedad que hay en Bangkok y en las demás cárceles del país. Para nosotros es una más: con hacinamiento, con problemas de salubridad por ese hacinamiento. Si triplicas la población carcelaria las condiciones no son las más idóneas", lamenta Casado, que cree que el mayor problema que se puede tener es el idiomático. Sancho estará diez días aislado en los que solo podrá recibir la visita de su abogado por el protocolo covid: "El protocolo que tienen normalmente es como cualquier otro detenido. Anteriormente al covid había un protocolo de aislamiento durante la investigación policial. Han cambiado el nombre pero en el tiempo de espera hasta que el detenido tenga una acusación en firme", explica el director de Fundación +34. ¿Cuán fácil o difícil es el traslado de presos españoles desde cárceles tailandesas a nuestro país? "Es cuestión de tiempo. Al final todos los españoles que hemos estado asistiendo han venido a cumplir condena a España, cerca de sus familiares. Para optar al traslado tendrían que tener primero una sentencia con años. Normalmente se les pasa de una cadena perpetua a 20, 30, 35 años, lo que determine el Ministerio de Justicia, porque la cadena perpetua no está en nuestro Código Penal", comenta. Los reclusos españoles en Tailandia reciben apoyo de los consulados y de fundaciones como +34: "Con nuestros voluntarios espñaoles les visitamos periódicamente y les aportamos ropa, medicina, alimentos... Con una infección bucal, en menos de dos meses en estas cárceles te puedes acabar muriendo. Intentamos paliar los déficits sanitarios y humanitarios que tienen esas cárceles".