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El presidente de México, Felipe Calderón, ha aprovechado su discurso en el brindis de la cena que ofreció el rey a los mandatarios que asisten en Cádiz a la XXII Cumbre Iberoamericana para despedirse de estas citas. Calderón, que concluye su mandato el próximo mes de diciembre, ha agradecido en nombre de los jefes de estado iberoamericanos la cálida bienvenida que han tenido en Cádiz, "cuna de la Constitución" liberal de 1812. Ha recordado que fue en México donde en 1991 se celebró la primera Cumbre Iberoamericana y ha destacado que la "consolidación de la cumbre debe mucho al papel" del rey de España.

La primera vez que hemos visto juntos a todos los líderes que participan en esta cumbre ha sido en el oratorio de San Felipe Neri, donde hace 200 años se aprobó la constitución de 1812, conocida como la Pepa. Allí les esperaban los reyes, los Príncipes y el presidente del Gobierno.

El rey, que se ha volcado para conseguir que esta cumbre sea un éxito, ha presidido esta tarde la inauguración en el teatro Falla. Ha sido en un acto solemne en el que Don Juan Carlos ha hablado de la necesidad de que los países iberoamericanos afronten juntos las dificultades económicas. Iberoamérica está en alza y se reducen las desigualdades, pero a este lado del atlántico-ha dicho el Rey-vivimos situaciones difíciles causadas por la crisis económica y financiera. También el presidente del Gobierno. Entre los asistentes, la Reina, los príncipes de Asturias, y por primera vez como invitado, el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba. También lo estaban el resto de portavoces de la oposición que han declinado la invitación. La suite Sevilla del Ballet Nacional de España ha puesto el broche de oro al acto de inauguración.

"Aquí me tienes, un poco tullido, pero bien". Así ha saludado el rey al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, al que ha dado la bienvenida con efusivo abrazo a la Cumbre Iberoamericana que arranca este viernes en Cádiz. El monarca español ha bromeado así sobre su salud, apoyado en una muleta que sujetaba con la mano izquierda, en su encuentro con el dirigente de Columbia con el que ha tenido ocasión de examinar las relaciones bilaterales, las perspectivas económicas y los procesos de integración regional en Iberoamérica.

España es el segundo inversor en Latinoamerica y además el puente con la Unión Europea. La Cumbre empieza esta tarde pero ya se han producido los primeros encuentros bilaterales. El presidente del Gobierno Mariano Rajoy ya ha se ha reunido con los presidente de Colombia y Ecuador.

La primera Cumbre Iberoamericana se celebró en Guadalajara, México, en 1991, un año antes del 500 centenario de la conquista de América. Del consenso e impulso político inicial se ha ido pasando al desinterés o la ausencia de mandatarios. El Rey de España, Juan Carlos I, ha sido el único en asistir a todas y cada una de las cumbres.

La crisis en la eurozona y el papel de América Latina en la recuperación económica será el eje por el que discurran los debates de la vigésimo segunda cumbre iberoamericana que comienza hoy en Cádiz. España quiere ser el eje que vertebre la relación comercial entre Europa e Iberoamérca. Al encuentro asisten 16 mandatarios que mantendrán a su vez encuentros bilaterales.

En Cádiz está ya todo preparado y se espera para esta hora la llegada del Rey don Juan Carlos que presidirá una reunión que arranca con unos objetivos muy concretos. América Latina gana peso en los balances de las grandes empresas españolas. Firmas como Telefónica, Santander o BBVA obtuvieron allí cerca de la mitad de sus beneficios totales en el 2011 y se espera que en los próximos años las ganancias continúen creciendo. Pero la posibilidad de inversiones en servicios y recursos naturales se agota por las nuevas políticas de poner fin a las privatizaciones de los servicios públicos. El futuro llega con un nuevo enfoque de la mano de las medianas y pequeñas empresas y la cooperación en igualdad. América Latina está creciendo por encima de Europa. Allí, la crisis llegó en los años 90 y tuvieron que enfrentarse entonces a la renegociación de la deuda y un cambio de política económica. Ahora muchos de los países latinoamericanos forman parte del grupo de economías emergentes.

España ejerce por tercera vez como anfitriona en la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, tras las de Madrid y Salamanca. Era el año 91. Veintiún jefes de Estado y Gobierno de Iberoamérica se reunían en la ciudad mexicana de Guadalajara en una cumbre hasta entonces insólita. A la cabeza de la iniciativa estaban España y México. El mundo había cambiado. Países como Argentina, Bolivia o Paraguay habían dejado atrás décadas de dictaduras y estaban instaurando sus democracias. Dos años antes, la caída del muro de Berlín había marcado el fin de la Guerra Fría y la aparición de un nuevo orden mundial. América Latina y España buscaban su lugar en ese nuevo escenario. Veintiún años después las Cumbres se han consolidado y más de siete instituciones, entre ellas, la Secretaría General Iberoamericana, coordinan los esfuerzos.

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha llamado a Mariano Rajoy para excusarse por no poder asistir por motivos de salud a la cumbre de Cádiz. Era la primera vez que hablaban desde la expropiación de YPF y según Moncloa ha sido una conversación cordial. Kirchner ha hablado también con el rey don Juan Carlos y ha recordado la familiaridad con la que trabaja con su marido, el fallecido Néstor Kirchner.

La selección española de fútbol se fue hasta la Ciudad de Panamá para dar un recital del excelente fútbol que pueden desplegar sus futbolistas incluso a medio gas. El partido amistoso contra Panamá, primer encuentro de ambas selecciones, tuvo como telón de fondo la celebración del quinto centenario del descubrimiento del océano Pacífico, mientras que en primer plano se celebraban en el Romel Fernández los 5 goles de 'La Roja' y el único de los locales marcado de penalti, a lo Panenka, por Gómez