La sentencia de un tribunal egipcio que el lunes condenó a penas de siete y diez años de cárcel a varios periodistas, tanto nacionales como extranjeros, ha provocado una protesta internacional.
Estados Unidos, uno de los principales donantes económicos de Egipto, instó a su presidente, Abdelfatah al Sisi, a que proteja la libertad de expresión e indulte a los tres periodistas de Al Yazira que permanecen en prisión: el australiano Peter Greste, el canadiense de origen egipcio Mohamed Fahmy y el egipcio Baher Mohamed. Otras quince personas, trabajadores de la cadena catarí y de otros medios, fueron juzgadas en ausencia.
Los padres del australiano Peter Greste, residentes en Brisbane, siguieron el veredicto por televisión y posteriormente dijeron estar devastados. El Gobierno australiano, el canadiense y la propia ONU han protestado también por la sentencia.